Este 31 de enero vence el plazo para que agrupaciones políticas y de la sociedad civil notifiquen al Instituto Nacional Electoral (INE) su intención para convertirse en partidos políticos nacionales.
Al menos 46 organizaciones, buscan su registro ante el INE, pero no todos son tan nuevos en la política. En la lista destaca Somos México, coordinado por el ex perredista Guadalupe Acosta Naranjo, cuya agrupación, supuestamente financiada por el empresario Claudio X. González, reúne a organizaciones que impulsaron la candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez.
“Lo más interesante, lo más articulado que se ve dentro de la oposición, es ese partido que nace como de la Marea Rosa, que nace con escisiones del PRI y del PAN, que es un partido que está buscando un registro con el nombre de Somos México, y ese partido político, en ese partido está Acosta Naranjo, algunos de los que impulsaron la candidatura presidencial de Xóchitl Gálvez”, señaló Ernesto Núñez Albarrán, analista político y periodista.
También está construyendo Solidaridad y Paz, agrupación de corte religioso evangélico encabezada por el diputado federal de Morena, Hugo Eric Flores Cervantes, quien por tercera ocasión buscará convertirse en partido, luego de que en 2014 obtuvo el registro con Encuentro Social y en 2020 con Encuentro Solidario.
Ambos partidos perdieron el registro al no alcanzar el 3% de la votación.
También figura el Movimiento Único de Renovación Opositora, encabezado por Fernando González Sánchez, yerno de la ex dirigente del Magisterio Nacional, Elba Esther Gordillo, que se apoya en la red de maestros afines a la ex líder sindical.
González Sánchez ya había intentado consolidar su presencia política con el partido Redes Sociales Progresistas, pero perdió su registro en 2021.
Los expriístas César Augusto Santiago y Ulises Ruiz, operadores del ex candidato presidencial Roberto Madrazo, están al frente de México Nuevo, Paz y Futuro, así como de Alternativa Popular, respectivamente.
Hay además grupos de extrema derecha como iniciativas como México Republicano, respaldado por Juan Iván Peña Neder, y movimiento Viva México, liderado por el actor Eduardo Verástegui.
“No podemos minimizar la presencia de personajes como Verástegui, la presencia de personajes como Peña Neder, que son personajes que abiertamente dicen comulgar, por ejemplo, con la agenda de Donald Trump, la agenda xenofóbica y antiinmigrante de Donald Trump, que son personajes que abiertamente dicen no al aborto, no a los derechos de las personas trans”, puntualizó el analista político.
De acuerdo con la legislación vigente, cualquier organización ciudadana puede convertirse en partido político nacional. Sólo debe cumplir con algunos requisitos: notificar al INE su intención, realizar al menos 20 asambleas estatales en igual número de entidades o bien 200 asambleas en el mismo número de distritos electorales, así como lograr la afiliación de 256 mil 30 personas, equivalentes al 0.26% del padrón electoral federal.
Si las organizaciones pasan el filtro de las asambleas y el número de militantes, tendrán la oportunidad de participar en la elección intermedia de 2027 y, si alcanzan el 3% de los votos, podrán llegar a la presidencial en 2030. De no hacerlo perderán el registro.
A pesar de los cuestionamientos a algunas de estas agrupaciones, especialistas destacan la importancia de tener un sistema multipartidista, en un país que tuvo durante 71 años un partido hegemónico, el revolucionario institucional.
“A mí me parece que México es un país de pluralidad ideológica y partidista, es así que dentro de los propios partidos hay diferentes expresiones políticas. Hay una tendencia a no militar en los partidos y solamente expresar al momento de votar, por eso sostengo que el oficialismo lo hace la gente, más allá del partido, que en este caso es Morena, y la oposición la hace la gente, más allá de los partidos políticos de oposición”, señaló Núñez Albarrán.