Cientos de personas vestidas de blanco se reunieron este domingo en el Templo de La Lomita, en Culiacán, Sinaloa, para participar en una marcha por la paz.
Con lonas, pancartas y monigotes que representaban a autoridades, los asistentes recorrieron la avenida Álvaro Obregón hasta la Catedral, alzando consignas como “¡Ya basta!” y “¡Queremos paz!”.
La movilización inició alrededor de las nueve de la mañana con una bendición oficiada por el párroco del santuario. La protesta fue convocada por colectivos ciudadanos en rechazo a la violencia que ha golpeado a la región y en demanda de seguridad.
Llamado a la paz
Durante la ceremonia, el obispo de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez, pidió a los culichis convertirse en “artesanos de la paz” y sembrar esperanza en medio de la violencia. En su homilía exhortó a autoridades civiles y políticas a actuar con justicia y transparencia, y a no ceder ante la corrupción ni la indiferencia.
“La construcción de la paz exige el compromiso firme de nuestras autoridades (…) para garantizar seguridad, oportunidades y un futuro digno”, expresó el obispo en un mensaje que resonó entre los asistentes.
La manifestación ocurrió a casi un año del conflicto armado entre las fracciones de los “Mayos” y los “Chapitos“, hecho que derivó en una escalada de violencia en la capital sinaloense.
Ante el aumento de hechos violentos, el Gobierno federal desplegó este año mil 800 elementos del Ejército en Culiacán para reforzar la estrategia de seguridad en la entidad. La movilización ciudadana reflejó la exigencia de que estas medidas se traduzcan en resultados concretos para la población.