Son las ánimas de la carretera. Hombres, mujeres, centenares de niñas y niños que piden ayuda en los caminos que llevan a Acapulco.
Sus comunidades quedaron devastadas y caminan kilómetros, muchos de ellos descalzos, para buscar el sustento que les permita sobrevivir.
“Tenemos que tomar agua de Arroyo, limpiamos para poder tomar agua, la más clara la tenemos que colar porque nos quedamos sin agua, en los puestos ya no hay agua, ya no hay comida, queremos comprar y no tenemos, de qué sirve que nos den un poquito de dinero, pero a quien le compramos, las tiendas están sin nada. Vamos a sufrir mucho”, expresó Esmeralda Pinzón, damnificada del huracán ‘Otis’”.
No todas las comunidades afectadas por “Otis” cuentan con vías de acceso para que llegue la ayuda, es por ello que sus habitantes tienen que salir a buscar comida.
“Allá donde nosotros vivimos no tenemos salida para ningún lado y esperar los apoyos no van a llegar, tenemos que salir a buscar para comer para los niños más que nada hoy, aquí estamos todos y comemos de lo que nos dan. Apenas ahorita nos pasaron a dejar pollo y es lo que vamos a almorzar”, comentó Karla.
No sólo los adultos sales a buscar alimentos y lo que necesitan para sobrevivir, también los niños están en los caminos pidiendo ayuda.
“¿Y vienes así caminando descalzo, Brandon? Sí, porque mis chanclas se me reventaron”, dijo Brandon, un niño damnificado que busca alimento.
Son originarios de las colonias Los Coyotes, Los Playones y San Francisco de Asís, que “Otis” castigo sin misericordia.
Por grupos se paran a la orilla de carretera desde temprana hora y hasta que el sol se oculta. Y cuando la ayuda de los automovilistas llega se lanzan sobre de ella como palomas a las migajas de pan.
Porque muchos conductores no se detienen. Otros con menos miedo y prisa, pero con mayor sensibilidad se las dan de mano a mano.
“¿Y cómo tomó usted esta iniciativa, señora? Porque al final y al cabo todos somos seres humanos y todos alguna vez vamos a necesitar de todos, aquí hasta de las piedras necesitamos. Entonces realmente hay que unirnos porque si no nos unimos entonces no tenemos humanidad”, comentó Beatriz Rocha, habitante de Acapulco.
Desde el paso del huracán “Otis” quedaron completamente incomunicados, aunque en algunas zonas de Acapulco se ha restablecido la luz y en puntos aislados la señal de internet.
“Y ante la falta de comunicación que mantienen con sus familiares, los damnificados de la carretera en Acapulco les mandan el siguiente mensaje: ‘estamos bien, tenemos vida y tenemos salud’”, dijo Gilberto Molina, reportero.
“De casualidad llegan a ver esta noticia, nosotros estamos bien aquí con la familia y ellos espero que estén bien todos”, declaró Javier Cortés, damnificado.
Este domingo, trabajadores de la Secretaría del Bienestar iniciaron el censo de damnificados, que se encuentran en todas partes. Si van en camino, al entrar a Acapulco hallaran a los primeros.