La primera vez que tomaron las calles de la Ciudad de México para exigir igualdad de derechos fue a finales de septiembre de 1978. Frente a la Delegación Cuauhtémoc, un pequeño grupo de homosexuales y lesbianas -algunos registros de prensa dice 50, otros 150- pedían audiencia con el delegado para exigir el cese de la represión policiaca o las llamadas “razzias”. Unos días antes, policías habían realizado una redada ilegal en un bar frecuentado por homosexuales, con el pretexto de que dicho centro nocturno no respetaba el horario, “trastocaba el orden público y en su interior había meretrices”.
En aquel mitin que cayó como balde de agua fría sobre la sociedad conservadora, los manifestantes también se pronunciaron a favor de las clases marginadas y pedían la solidaridad de los grupos que luchaban contra todo tipo de discriminación, mujeres pobres, campesinos, pero ¿quién los escucharía?
Los homosexuales piden respeto y es tiempo de que la sociedad heterosexual los escuche. O piden que todos seamos homosexuales. Sino que se reconozcan su derecho a la libre opción. Vinculan su lucha a la lucha de clases, pero sospecho que tendrán que esperar mucho tiempo antes de que los escuchen los integrantes de los partidos de izquierda, ya que los prejuicios de tipo sexual son los más difíciles de superar”, escribió en uno de sus artículos la periodista, feminista y activista mexicana Esperanza Brito de Martin en un día después de aquella marcha.
Los prejuicios de esa sociedad se vieron reflejados principalmente en los medios conservadores de la época. Un cartón publicado el 30 de septiembre de 1978 titulado: “La tercer sexo gana la calle’’, mostraba el desprecio y burla con que la población recibido esa demanda.
Pero el primer grito de lucha estaba dado. Para el 29 de junio del siguiente año, convocados por colectivos como el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria y del Grupo Lamda de Liberación Homosexual, gays y lesbianas volvieron a tomar las calles de la ciudad para celebrar la dignidad homosexual y pedir la erradicación total de las “razzias”. Aquellas movilizaciones que, según algunos medios de la época, acogió unas mil 500 personas, marcaría el inicio de la hoy llamada Marcha Orgullo Gay México.
Los antecedentes, inicios y evolución de esa marcha que hoy reúne a miles de personas en un ambiente festivo en las calles de la ciudad se pueden consultar en el Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (CAMENA) de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), que desde 2011 posee un fondo especializado en tema de los activismos lésbicos, gays y transgéneros, tanto de México como en el mundo.
Ese fondo titulado “Identidad, diversidad, disidencia y derechos sexuales”, está conformado principalmente por dos acervos: el del Centro de Documentación y Archivos Histórico Lésbico en México, América Latina y El Caribe “Nancy Contreras “A.C Y EL ARCHIVO HISTORIO DEL Colectivo Sol, que nació a principios de los 80 en defensa de los derechos civiles y políticos de la población gay y travesti.