Más de 42 personas de familias indígenas fueron acusadas de homicidio calificado e intento de homicidio desde 2014, sin embargo, la comunidad ha logrado probar la inocencia de 19 de ellos, argumentando que todos los casos han sido fabricados.
También existen 16 personas desplazadas por las órdenes de aprensión que hay en su contra y siete personas más permanecen en prisión.
Jaime Betanzos Fuentes, trabajador y comunero activo en las decisiones del pueblo Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, permanece detenido por delitos que no cometió.
El 14 de diciembre del 2014 el presidente municipal, Alfredo Bolaños, llamó a una asamblea comunitaria que estaba legalmente constituida por las diferentes autoridades comunales. Antes de comenzar la asamblea, “un grupo de personas, bajo el mando de la familia Cepeda, inició una balacera que dejó seis heridos de la comunidad”, explicó Argelia, hija de Jaime Betanzos, a Once Noticias.
El pánico y las balas llegaron antes que la asamblea pudiera comenzar. Los pobladores corrieron para buscar un lugar seguro, algunos otros decidieron perseguir a las personas armadas, entre ella atraparon a Manuel Cepeda Laguna, que en ese momento cargaba una arma.
La multitud entregó a Manuel Cepeda a la policía comunitaria del pueblo. Fue trasladado al Ministerio público de Huautla de Jiménez, Oaxaca, porque era lugar más cercano. En el camino se encontraron con un retén de policías ministeriales y estatales en el conocido “Puente de Fierro”.
Los oficiales vieron al detenido y a los tres comunitarios y les dijeron que lo trasladaran al Ministerio Público. Ahí ellos lo entregaron vivo. No hay manera de comprobar que Manuel Cepeda Laguna murió el 14 de diciembre”, explicó Argelia Betanzos.
Mientras los policías comunitarios relataban lo que había pasado al Ministerio Público, éste detuvo la diligencia y los pasó a un cuarto con la excusa de que reanudarían la entrevista en unos momentos. Desde ese día a la fecha, los tres mazatecos permanecen encarcelados.
Jaime, el padre de Argelia, era sindico de la comunidad, él llegó horas después para ver qué había pasado con sus compañeros y con el sujeto armando. Le pidieron que esperara afuera, pero en cuanto salió de las oficinas también fue detenido. Al presidente municipal lo fueron a buscar a las oficinas del Ejecutivo y le pidieron que fuera al MP y contara lo que había pasado, pero cuando salió a la calle también fue arrestado.
A las siete de la mañana del 15 de diciembre, el padre de Manuel Cepeda fue notificado que su hijo había muerto.
Si los compañeros de la policía comunitaria lo entregaron en la noche, vivo y caminando en esa fiscalía ¿cómo es posible que hasta las siete de la mañana notificaron al papá que estaba muerto? Algo paso en la Fiscalía para que en ese tiempo muriera Manuel”, aclaró Argelia.
Los casos se individualizaron en la justicia estatal y poco a poco han ido saliendo las personas privadas de su libertad. Algunos expedientes han llegado al fuero federal entre apelaciones, amparos, revisiones y demás trámites burocráticos.
Entre los años 2016 y 2019, dejó absueltos a 19 presos indígenas. Sin embargo, en el año 2020, Pedro Guerrero Trejo, Juez del Cuarto Distrito en Materia Penal Federal, resolvió dejar en prisión a los últimos siete mazatecos que detuvieron el 14 de diciembre del 2014: Herminio Monfil, Jaime Betanzos, Fernando Gavito, Omar Morales, Isaías Gallardo, Alfredo Bolaños y Francisco Durán.
Argelia, Carmen y Berta son familiares de los presos, las tres mujeres salieron desde Oaxaca e iniciaron un plantón indefinido frente a las instalaciones del Poder Judicial de la Federación para pedir al magistrado Arturo Saldívar atienda el caso y absuelva a todos los comuneros arrestados en esa noche.
Argelia Betanzos comenzó una huelga hambre y dijo que no terminará hasta que “todos los presos queden libres y la órdenes de aprensión sean anuladas”.