Uno de los rostros más mezquinos de las empresas generadoras de energía eólica en Oaxaca es el despojo de tierras comunales en beneficio de unos cuantos. En primer lugar, los dueños de los gigantes del viento, que hoy proliferan en la región del Istmo.
En esta cuarta entrega de reportajes sobre las llamadas energías limpias, visitamos el municipio de Unión Hidalgo, donde las compañías extranjeras sembraron la discordia entre los habitantes con contratos amañados que hicieron particular lo que era colectivo.
El resultado trajo división entre familias y vecinos por un lado; y jugosas ganancias para la empresa desarrollos eólicos mexicanos (DEMEX).
Los comuneros que firmaron esos contratos hoy buscan anularlos. Denuncian que les prometieron, entre otras cosas, 10 mil pesos por la renta de cada hectárea, pero sólo les pagan 250 pesos; y ni siquiera pueden ingresar libremente a sus propias tierras.
Fuimos al lugar de los hechos a decirles que no entraran al terreno entonces el representante de la empresa, un tal Fernando Ballesteros dijo: ya firmaron y ya se chingaron, así con esas palabras”, señaló Juan Regalado Martínez, arrendatario de la empresa eólica DEMEX.
Ahorita aquí donde estamos no va a tardar en llegar la policía que ellos tienen aquí vigilando y nos van a querer desalojar de aquí porque ya nos vieron a través de sus cámaras de vigilancia que tienen. ¿Antes no era así? Antes era libre podíamos entrar por donde nosotros quisiéramos”, sostuvo Pedro Matus Ruiz, ganadero y defensor de la tierra.
Aunque es un municipio independiente, Unión Hidalgo pertenece al núcleo agrario de Juchitán, en el que el régimen comunal de la tierra se remonta a la década de los 60.
El Gobierno de Díaz Ordaz otorgó títulos de propiedad a los campesinos pero específicamente dice ahí la iniciativa solamente de título de propiedad en el régimen o dentro del régimen comunal y la gente lo está asumiendo como propiedad privada, cuando no es así”, explicó Norberto Altamirano Zárate, vocero Unión de Comuneros de Unión Hidalgo.
- ¿Qué sucedió? La reforma al artículo 27 de la constitución, impulsada por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, otorgó el poder de decisión sobre las tierras comunales a los campesinos y abrió las puertas a las sociedades mercantiles.
Surgieron en Unión Hidalgo posesionarios que, guiados por el canto de las sirenas rentaron cientos de hectáreas a DEMEX, empresa que entre 2011 y 2013 instaló los Parques Eólicos Piedra Larga I y II.
Esto fue posible gracias a la complicidad de notarios y autoridades municipales y a una figura que legalizó el despojo: La protocolización de escrituras.
No es más que un registro que da certeza jurídica a la empresa sobre el polígono que está en un momento dado contratando para su desarrollo”, mencionó Juan José Moreno Sada, subsrio. Medio Ambiente Oaxaca.
Y DEMEX, filial de la empresa española Renovalia Energy, aprovechó para desarrollarse bien en Unión Hidalgo.
Solo en el trienio 2014-2016, reportó ganancias por casi 500 mil millones de pesos, por la energía eléctrica que produce y vende a la CFE.
En contraste, el municipio carece de alumbrado público en las calles, tampoco hay hospitales o clínicas. Sus habitantes conviven con las ruinas.
En Unión Hidalgo hay memoria de la tragedia este fue uno de los municipios de Oaxaca más golpeados por los sismos de 2017. Aquí fallecieron 11 personas, se vinieron abajo múltiples construcciones como el palacio municipal que hoy se reconstruye y también hubo cientos de damnificados”, comentó Gilberto Molina, enviado.
En proceso está una consulta popular para autorizar un nuevo Parque Eólico en Unión Hidalgo, propiedad de la empresa francesa EDF, bautizado como Gunaa Sicarú, mujer bonita, en zapoteco.
Nombres originarios hermosos que encubren maniobras ilegales.
Los comuneros buscan anular el proyecto y presentaron una denuncia en París contra EDF por violación a los derechos humanos de su comunidad y omisiones en la identificación de riesgos.
Porque en México, dicen, no los escuchan.
- Esta es la realidad que las compañías de energías renovables han sembrado, con jugosos negocios y que con la etiqueta de energías limpias, contradicen las condiciones de la tierra donde levantan sus molinos.
El ONCE comprobó en Unión Hidalgo, Santo Domingo, El Espinal y Juchitán que la generación de energía del viento es muy redituable. Pero sólo para los dueños de las empresas. Los campesinos reciben migajas y falsas promesas incumplidas de prosperidad. Porque allí, la pobreza es el paisaje permanente.