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Día Internacional contra la LGBTIfobia: persisten terapias de conversión

Sobrevivientes denuncian prácticas de conversión en México; 19 estados ya prohíben estas terapias que violan derechos humanos.

Cada 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la LGBTIfobia, fecha en la que en 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.

Hoy, en México, más de 1.7 millones de personas se identifican como homosexuales o lesbianas, 2.4 millones como bisexuales y al menos 909 mil como integrantes de la identidad de género diversa.

El mensaje de esta jornada es contundente: la diversidad sexual no es una enfermedad. Sin embargo, las llamadas terapias de conversión, que buscan reprimir o corregir la orientación sexual o identidad de género, siguen presentes y afectan la salud mental y física de miles de personas.

Sobrevivientes denuncian abusos en supuestas terapias

De acuerdo con Iván Tagle, director de la organización YAAJ México, estas terapias no solo carecen de sustento científico, sino que equivalen a formas de tortura.

“Violaciones correctivas, privación de libertad y alimentos, golpes y electroshocks” son algunas de las prácticas denunciadas por sobrevivientes como Carla, Érica e Iván.

Estas prácticas son promovidas por grupos como el Frente Nacional por la Familia, que incluso han buscado apoyo financiero nacional e internacional para implementar estos métodos. En muchos casos, los abusos fueron consentidos por los propios padres bajo el argumento religioso de que era lo correcto.

En uno de los testimonios más estremecedores, Tagle relata cómo fue engañado para asistir a lo que parecía un campamento, y terminó recluido con 80 jóvenes en condiciones inhumanas: sin comida, sin agua y sin dormir.

México avanza, pero aún hay pendientes

Gracias al trabajo de colectivos como YAAJ, en 2020 la Ciudad de México fue la primera entidad en prohibir legalmente estas terapias. En 2024, una reforma al Código Penal elevó la sanción a penas de 2 a 6 años de prisión para quienes obliguen a una persona a asistir o realicen estas prácticas.

Actualmente, 19 estados del país han homologado sus leyes para prohibirlas: entre ellos, Baja California, Jalisco, Puebla, Oaxaca y Yucatán. No obstante, todavía existen entidades que no han legislado sobre el tema.

Estudios de la American Psychological Association revelan que quienes han sido sometidos a terapias de conversión son más propensos al suicidio (8.4%), depresión (5.9%), consumo de drogas (3.4%) y conductas sexuales de alto riesgo (3.4%).

“La diversidad es parte de quienes somos… no hay nada que curar”, sentenció la activista Erica Salinas, al recordar que estas prácticas no solo son una violación a los derechos humanos, sino un riesgo a la vida.

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