El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una iniciativa de reformas a diversas leyes, para tipificar la desaparición forzada de personas como crimen de lesa humanidad, y aumentar a 30 años de prisión las penalidades por este delito.
“Durante décadas en México se asentó un Estado represor que recurrió a la desaparición de personas que le resultaban incómodas por sus posturas políticas y oposición al régimen”, expuso Karla Yuritzi Almazán, diputada de Morena.
Y agregó que los gobiernos de los dos sexenios anteriores postergaron de manera sistemática la creación de instrumentos legales, que sirvieran para disuadir esa práctica y castigar a los responsables.
La iniciativa aprobada busca fortalecer el ordenamiento jurídico, para mejorar las estrategias de investigación y combate a las desapariciones forzadas, para dar respuesta a las víctimas directas e indirectas de las más de 105 mil personas desaparecidas y no localizadas que hay en el país.
“Se tiene que dar respuesta sobre las personas desaparecidas y dar certeza a sus familiares y a sus seres queridos. Es el compromiso que tiene este gobierno”, sostuvo Beatriz Rojas Martínez, diputada Morena.
Entre los objetivos de la reforma aprobada están considerar de lesa humanidad los delitos de desaparición forzada de personas, ya sean cometidos por particulares o servidores públicos, y definir los casos en que superiores jerárquicos sean autores del ilícito.
La iniciativa de reformas fue turnada al Senado para sus efectos constitucionales.
Más de 100 mil desapariciones registradas oficialmente en México
De acuerdo con expertos de la ONU, las 100 mil desapariciones registradas oficialmente en México, son una muestra del prolongado patrón de impunidad en el país y de la tragedia que sigue ocurriendo cada día.
El Comité contra la Desaparición Forzada (CED por sus siglas en inglés) y el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias expresaron su profunda preocupación por el creciente número que alberga el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas de México.
“Más de 100 mil personas desaparecidas registradas oficialmente en México es una tragedia desgarradora. La cifra habla por sí sola y es una advertencia inequívoca”, declararon las y los expertos.
También expresaron que en muchos casos, las desapariciones no se denuncian, por lo que la magnitud de esta tragedia puede incluso ir más allá de lo que actualmente se registra.
Tanto el Comité como el Grupo de Trabajo han visitado México para examinar las desapariciones forzadas en el país.
Como destacó el Comité en su informe tras su visita a México en noviembre de 2021, “la desaparición de personas en México es un problema de todos: de la sociedad en su conjunto y de toda la humanidad. Estas 100 mil personas registradas como desaparecidas no son las únicas víctimas: sus familiares y personas allegadas también sufren. Todos son víctimas”.
Cuando el Grupo de Trabajo visitó México en 2011, las cifras oficiales mostraban más de 5 mil personas reportadas como “desaparecidas” o “ausentes” en ese año. Al 26 de noviembre de 2021, último día de la visita del CED a México, 95 mil personas estaban oficialmente registradas como desaparecidas. De ellas, más de 100 desapariciones habrían tenido lugar durante la visita de 16 días del Comité.
Diez años después del informe del informe del Grupo de Trabajo y su posterior informe de seguimiento, y unas semanas después de la adopción del informe de visita del Comité, los dos mecanismos especializados de las Naciones Unidas se unen para resaltar la urgencia de prevenir y erradicar las desapariciones y combatir la casi total impunidad que persiste en este flagelo.
¿Qué es la desaparición forzada?
De acuerdo con la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas se entiende por desaparición forzada:
“El arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.”
La desaparición forzada se ha usado a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad.
La desaparición forzada se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo. Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes. Es motivo de especial preocupación:
- El acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada.
- El uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones.
- Y la todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición forzada.
Debe prestarse también especial atención a los grupos de personas especialmente vulnerables, como los niños y las personas con discapacidad.