Tienen diferente color de piel, nacieron en diversos lugares; sin embargo, pese a tener características divergentes, comparten la impotencia, el enojo y la tristeza de haber sufrido algún tipo de exclusión durante su vida.
“Me preguntó: ¿Este año has tenido relaciones con personas de tu mismo sexo? -Contesté que sí y me dice -es que por protocolo no puedes donar”, declaró Itzel Oropeza a Once Noticias, luego de que acudió a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
En este lugar, el personal médico le negó la oportunidad de donar sangre a otra persona debido a su preferencia sexual.
“Me dice: es que estadísticamente ustedes tienden a ser mas promiscuos. El jefe de laboratorio dijo que porque era más probable que fuéramos portadores de VIH, lo cual en diversos estudios desde los años setentas ya no es así”, agregó Itzel.
Para Itzel Oropeza esto sucede a pesar de que desde 2021, la Norma Oficial Mexicana 253 fue reformada por su contenido discriminatorio.
“Es un acto de discriminación contra la comunidad y la sangre no es para mí, hay personas que esperan esas donaciones y hay una crisis de sangre a nivel mundial como para que sigan rechazando la de toda la comunidad”, mencionó.
Por su parte, Miguel Pantaleón, estudiante de derecho y nació en República Dominicana, por “amor” se mudó a México.
Aunque desde hace siete años radica en este país, aún es víctima de exclusión en centros comerciales.
“Empezaron a ver el dinero, hasta rompieron el dinero, me bajaron mis compras y me dijeron que no podían aceptar mi dinero. No es posible que esto me haya pasado 2 veces en el mismo lugar y frente al mismo persona”, declaró.
Pantaleón dijo que “en apariencia yo soy distinto, pero no debería sentirme distinto. En apariencia soy sólo un ser humano, pero no tengo la misma complexión, la mismas facciones”.
Por ello, rechaza la idea de que las personas sea discriminadas.
Al igual que estas personas, Juan, quien es afromexicano, conoce la indignación de no poder acceder a los mismos servicios que los demás.
“Es difícil cuando intentaba tener mayor apertura por algunas personas que creyeron en mi capacidad, fui limitado”, indicó.
Esta situación, dijo, lo llevó a conformar una fundación que ayuda a personas que viven actos de discriminación.
Más de 51% de la población indígena no cuenta con un acta de nacimiento.
Activistas coinciden que la discriminación prevalece en el país porque no es sancionada.
“Es muy importante que los casos de discriminación por cualquier motivo sean investigados y sean sancionados”, concluyeron las víctimas.