Estos son otros tres narcotraficantes mexicanos que evitaron la pena de muerte en Estados Unidos: Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, en la década de los ochentas. El pasado 27 de febrero de 2025 fue entregado en custodia por el Gobierno de México a la justicia norteamericana, junto con otros 29 capos mexicanos.
Dados los alcances de su carrera delictiva llegó a ser llamado “el narco de narcos“. Está acusado desde el 2015 de participar en el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena.
El segundo es Ismael Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa o “Cártel del Pacífico” junto con Joaquín Guzmán. Se presume que tras la captura de Guzmán, también preso en Estados Unidos, se convirtió en el líder principal de este Cártel.
Para finales de los noventas, llegó a ser considerado como uno de los narcotraficantes mexicanos más peligrosos, a grado tal que la DEA llegó a ofrecer 15 millones de dólares de recompensa por información que llevara a su captura.
El pasado 25 de julio, habría sido llevado con engaños a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, hijo de Guzmán, para entregarlo en Nuevo México a la justicia estadounidense.
Tras esta traición entre narcos, se desató una ola de violencia en Sinaloa, en venganza y por el control entre las facciones de los llamados Zambada y Guzmán.
Y el último es Vicente Carrillo Fuentes, hermano de Amado Carrillo Fuentes. Lideró el Cártel de Juárez después de la muerte de su hermano Amado Carrillo en 1997, hasta su captura en 2014.
El Cártel de Juárez se encargaba de transportar múltiples toneladas de cocaína provenientes de Colombia hacia Estados Unidos a través de México. El pasado 27 de febrero de 2025, también fue entregado a la justicia de Estados Unidos junto a los 28 capos, entre estos, Rafael Caro Quintero.