En el marco del Día Internacional de los Refugiados especialistas reflexionaron sobre el derecho al asilo político, en un contexto en el que más de 100 millones de personas han tenido que migrar hacia otros países.
En un evento celebrado por el Colegio de la Frontera Norte (Colef) y la Oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las y los especialistas hicieron énfasis en que en las últimas décadas la migración se ha complejizado debido a la diversidad en las modalidades de movilidad, tal como apuntó Rodolfo Cruz Piñeiro, director del Departamento de Estudios de Población (Colef).
Todos y todas coincidieron sobre el aumento de los casos de desplazamiento forzado interno, por lo que lo consideraron un fenómeno preocupante. Ejemplo de ello es que hasta el año 2020, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos estimó que México acumuló 346 mil personas en situación de desplazamiento interno.
En 2018 fueron 11 mil 491 personas, por lo que lejos de disminuir hubo un aumento en los últimos años. Al respecto, Gabriela Elizabeth García Salas, resaltó la responsabilidad de todos los Estados en esta forma de desplazamiento, ya que en su modalidad interna le ocurre a personas reconocidas, frente a la jurisprudencia, como ciudadanos o ciudadanas.
García Salas enunció, también, el carácter de antesala a otro tipo de movilidades, que caracteriza al desplazamiento forzado, “se cruza una frontera para llegar a otra”.
Por otro lado, Enrique Lucero, dijo que en el desplazamiento forzoso hay que ensanchar los límites semánticos de lo que lo constituye, por ejemplo, no se cruzan fronteras internacionales y a menudo son causados por contextos de violencia criminal o desastre natural.
En el contexto mexicano dijo que, durante el inicio de la guerra contra el narco, en 2008, las cifras de este tipo de migración se dispararon.