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Especialistas piden evitar acciones en contra de murciélagos por casos de rabia en Oaxaca

Lamentaron el caso de los tres menores infectados por este virus y pidieron evitar desinformación sobre los mamíferos.

Luego de que se reportó el caso de tres hermanos –2, 7 y 8 años de edad– originarios de la comunidad de Palo de Lima en la sierra sur de Oaxaca, que fueron mordidos por un murciélago hematófago, especialistas del gremio científico pidieron evitar acciones en contra de estos mamíferos.

A través de un comunicado, organizaciones y especialistas del gremio científico, lamentaron este evento, señalaron que tiene implicaciones para la salud pública y salud veterinaria. Resaltaron que se debe evitar la desinformación, dado que estos mamíferos son fundamentales en los ecosistemas.

“Los murciélagos contribuyen en la polinización de las plantas, dispersan semillas y permiten la expansión de bosques y selvas; y que son controladores de insectos que transmiten enfermedades o que son plagas potenciales de cultivos como el algodón, cítricos y nogales”, resaltaron los más de 16 firmantes.

El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE) confirmó que el causante de la muerte del menor de 7 años, ocurrida el pasado 28 de diciembre, fue una variante del virus de la rabia.

Los firmantes señalaron que estaba pendiente determinar la especie transmisora para tener mayor certeza sobre el origen del virus y trazar medidas apropiadas.

Este martes, durante la conferencia matutina del gobernador de Oaxaca, Gabriel García, director general de epidemiología InDRE, reportó que el resultado de la biopsia cerebral que se practicó al menor de 7 años que falleció dio positivo a la variante B3 de rabia.

Dijo que en 10 años no se había presentado un caso de rabia y que han emprendido acciones para erradicarla, una de ellas es la vacunación de perros y gatos en la comunidad rural. Así lo compartió Alma Lilia Velasco, secretaria de Salud de la entidad, y dijo que llevan 90% de avance.

Asimismo, lma Lilia Velasco pidió no criminalizar ni estigmatizar a los murciélagos, “ellos son bondadosos para la naturaleza”, dijo

La rabia fue la enfermedad, pero acusan negligencia en atención médica.

Los principales transmisores de la rabia suelen ser caninos, seguidos de los felinos. En el caso de animales silvestres, los especialistas explicaron que los murciélagos no son los únicos transmisores de rabia, sino que también lo son otros mamíferos como los zorros, zorrillos y mapaches.

Resaltaron que caninos y felinos pueden convertirse en transmisores al adquirir el virus por contacto con mamíferos silvestres infectados. De ahí, enfatizaron en la importancia de la vacunación de los animales de compañía, los animales no domiciliados y todo tipo de ganado.

Y es que la rabia, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra sobre todo en la saliva y el cerebro de los animales infectados y se transmite a través de una mordedura. Es considerada una enfermedad zoonótica, dado que se transmite del animal al ser humano. 

Este organismo explica que, en la actualidad, en algunas regiones de América Latina, la rabia se ha eliminado, aunque la mayoría de las muertes de seres humanos y animales, “se debe a un acceso inadecuado a los recursos de salud pública y a los tratamientos preventivos, haciendo que los países de bajos ingresos se vean afectados de manera desproporcionada por la enfermedad”.

Según los datos que comparte esta Organización, 99% de los casos de rabia en el ser humano provienen de mordeduras de perros infectados. 95% de las muertes por rabia se concentran en Asia y África.

Con respecto a las muertes, 4 de cada 10 ocurren en niños y niñas. Un dato relevante es que 80% de las muertes causadas por la rabia ocurren en zonas rurales con acceso limitado o inexistente a campañas de educación sanitaria y al tratamiento tras la mordedura.

México, en el año 2019, se convirtió en el primer país del mundo en recibir la validación por parte de la OMS por haber eliminado la rabia transmitida por el perro como problema de salud pública.

Se considera que un país está libre de rabia tras 2 años de no registrar transmisión a humanos.

En 1990, de acuerdo con datos de la OMS, el país registró 60 casos de rabia por perros en personas. En 1999 fueron tres casos. Desde el 2006 se registraron ceros casos, aunque en ese año, dos personas presentaron síntomas en Estado de México.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde 2006 no se registraron muertes por rabia, aunque entre enero y agosto de 2019, esta entidad atendió 15 mil 29 pacientes con mordeduras por perros y mil 216 con mordeduras por otros mamíferos transmisores de la enfermedad.

IMSS señaló que si bien, entre 2006 y 2018, no se presentaron casos de rabia en humanos transmitida por perros, sí se diagnosticaron 23 casos en los que los transmisores fueron murciélagos y zorrillos, entre los mamíferos más recurrentes.

De acuerdo con Nibardo Paz Ayar, Coordinador de Programas Médicos en la Coordinación de Atención Integral a la Salud en el Primer Nivel del IMSS, el tiempo de desarrollo de la enfermedad en los seres humanos, y en el que comienza a presentarse síntomas, va desde los seis hasta 249 días, y en promedio son 69 días después de la agresión, por lo que el tiempo apremia cuando una persona es mordida por algún animal.

Los casos más recientes de rabia en México, fueron el de los tres menores en Oaxaca y el caso de una mujer, en Nayarit, que fue mordida por un gato doméstico.

Las autoridades sanitarias señalaron que no se amerita alerta sanitaria, dado que no son numéricamente representativos.

El pasado 27 de diciembre, Salomón Jara, gobernador de Oaxaca, señaló en conferencia que se abrirá una investigación para determinar posibles negligencias y responsabilidades en la atención médica hacia los menores, dado que, según lo documentado por diversos medios de comunicación, no se otorgó atención adecuada a los menores y hubo fallas, por parte del personal médico, en el diagnóstico temprano.

Piden que se informe sobre murciélagos para no estigmatizarlos

El gremio científico lamentó que no es la primera vez que se responsabiliza a los murciélagos de la aparición de enfermedades sin que haya sido confirmado, como ocurrió con el COVID-19.

Explicaron que existen ciertas características que permiten detectar que un murciélago tenga rabia, por lo que piden a las autoridades locales ofrecer evidencia de que las mordidas fueron realizadas por este mamífero.

Entre esas características resalta, por ejemplo, el tamaño de la mordedura. De acuerdo con lo expuesto por los especialistas, la mordedura del murciélago hematófago puede ser identificada por su forma y tamaño (pequeño semicírculo de unos 3 mm de largo).

“Es poco probable que pueda identificarse de manera confiable semanas después de haber sido realizada, ya que cicatriza en pocos días”, dijeron.

También expresaron que es poco frecuente la conducta agresiva de un murciélago con rabia.

 “La rabia en murciélagos tiende a provocar cuadros paralizantes y no agresivos. Excepcionalmente los murciélagos infectados con rabia, pueden mostrar conductas aberrantes como encontrarse activos durante el día o entrar incidentalmente a las casas.”, dijeron los firmantes, entre quienes se encuentra la Asociación Mexicana de Mastozoología AC (AMMAC).

Los especialistas agregaron que el murciélago hematófago requiere de 15 a 20 mm de sangre por noche, para sobrevivir, y que hay una probabilidad muy baja de que un mismo individuo haya mordido a varias personas la misma noche, porque además son solitarios cuando buscan alimento y ven poco probable una mordedura grupal.  

Enfatizaron que los medios no reportaron que se hayan encontrado manchas de sangre en el lugar donde ocurrieron los hechos. “Los murciélagos hematófagos poseen en su saliva un anticoagulante natural que permite que ésta fluya mientras se alimentan. Al irse el murciélago, habría dejado un rastro de sangre visible en la cama de los menores”.

De acuerdo con las autoridades sanitarias se reportó que los menores fueron mordidos en los brazos, cara y parte inferior de la espalda. Ante esto, el gremio científico dijo que es improbable que esos lugares haya sido los elegidos por el murciélago hematófago, ya que suelen hacerlo en otras partes más susceptibles y en donde las personas no perciben las mordeduras, como lóbulos de las orejas, puntas de los dedos de las manos y pies, punta de la nariz o pezones.

En cuadrúpedos, las partes elegidas por los murciélagos hematófagos son las extremidades, dorso, cola y base de las orejas.

Los especialistas ofrecieron a las autoridades locales su apoyo para elaborar un plan de acción que incluya el monitoreo de rabia en fauna silvestre, control poblacional de los reservorios quirópteros (que no implica el sacrificio de individuos), divulgación de información sobre los murciélagos entre habitantes locales y la vacunación preventiva de animales domésticos susceptibles. 

En el mundo hay 927 especies de murciélagos y México es hogar de 137 de ellas: cerca del 10% de la diversidad mundial. 15 son endémicas del país y 38 están en peligro de extinción.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), habitan principalmente en tierras bajas del sureste del país, donde se concentra el mayor número de ellas, aunque también en zonas templadas del norte.

De ese número, 96 especies de murciélagos se encuentran en el estado de Oaxaca.

Con respecto a las especies hematófagas (conocidos como vampiros) sólo se registran tres en nuestro país, es decir, sólo 2.1% de las especies de murciélagos que habitan en México son vampiros: Desmodus rotundus, Diaemus youngi, Diphylla ecaudata. El vampiro D. rotundus es la especie más común en México.

Los científicos Angel Neftali Osorio y Romeo Saldaña señalan que los Desmodus y Diphylla son quienes ocupan mayor extensión del territorio. Los Desmodus se extienden en 17 entidades.

En su estudio señalan que estos géneros suelen ser vectores y reservorios de la rabia paralítica del ganado, por lo que enfatizan que el personal sanitario y científico es quien debe ocuparse de tales mamíferos, tanto para su manejo y monitoreo, dado que la destrucción de sus cuevas o refugios ocasiona su muerte y con ello, el riesgo de un desequilibrio ecológico con impacto para los ecosistemas y el ser humano.

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