Marcelo Ebrard Casaubón y Juan Ramón de la Fuente, futuros secretarios de Economía y de Relaciones Exteriores, respectivamente, respondieron a las críticas de Estados Unidos y las publicaciones de The Washington Post contra la reforma al Poder judicial que se discute actualmente en nuestro país.
En un escrito conjunto, señalaron que el país vecino no tiene derecho a criticar respecto al tema y debe respetar la soberanía mexicana.
También manifestaron su desacuerdo con la publicación editorial del 26 de agosto de The Washington Post, titulada “La reforma judicial de AMLO tiene que desaparecer”.
Indicaron que, tanto el embajador estadounidense, Ken Salazar, como el diario antes mencionado, han criticado este ejercicio nacional argumentando que la elección directa de magistrados y jueces (una característica importante de la iniciativa, pero no el único cambio bajo consideración), de alguna manera amenaza la democracia mexicana.
“Esto es a la vez preocupante y desconcertante”, advirtieron.
Expresaron que la interferencia de EUA en los asuntos internos de México, es contraria al principio reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de que los países tienen el deber de no intervenir en asuntos que son de la jurisdicción interna de otro Estado.
En respuesta a editorial del Washington Post y la declaraciones del Embajador Ken Salazar : pic.twitter.com/Ecely1cAgz
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) September 5, 2024
Asimismo, reclamaron el hecho de que es evidente que lo que es virtud en EUA, es un defecto en México, puesto que en el país vecino muchos estados eligen, en votación popular, a los miembros del Poder Judicial.
“Los estadounidenses parecen considerar que esta práctica es confiable, y México nunca ha sugerido que la democracia de los estadounidenses esté en peligro”, enfatiza la carta.
Ebrard y De la Fuente aseguraron que el pueblo mexicano es capaz de juzgar lo que es mejor para sus propios intereses, por lo que EUA no debe privarlo de sus derechos, sugiriendo lo contrario.
Finalmente agregaron que nuestro país seguirá abierto a cualquier diálogo constructivo o intercambio de ideas “en línea con nuestros valores democráticos”, siempre y cuando se den con el mutuo respeto que se tienen ambos países entre sí.