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Expertos del INAH descubren evidencias de chinampas arqueológicas en Chalco

Las chinampas fueron halladas en el salvamento que acompaña la construcción del trolebús Chalco-Santa Martha entre mayo y julio.

Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)  descubrieron evidencias de chinampas arqueológicas en Chalco, Estado de México. Éstas se encontraban a más de tres metros de profundidad junto con vestigios de un canal, de terraplenes y de materiales como un pilote que habría cimentado a la chinampa. 

Las chinampas, dijeron, fueron halladas en el salvamento que acompaña la construcción del trolebús Chalco-Santa Martha entre mayo y julio y tuvo lugar durante la supervisión y las acciones de salvamento arqueológico, que la Secretaría de Cultura Federal, a través del Centro INAH Estado de México, brinda a una obra supeditada a la construcción del trolebús Chalco-Santa Martha y de la estación Oriente 50, que formará parte de este medio de transporte.

Al excavar diversos pozos de sondeo, las y los especialistas han definido una secuencia estratigráfica y temporal que incluye cuatro contextos en profundidades cada vez mayores, siendo los dos primeros un apisonado de fines del siglo XX y otro que, dada su evidencia material, retrocede de los siglos XIX al XVI.

De acuerdo con el arqueólogo Joshué Baal Soto Vargas, quien participa en las labores del salvamento adscrito al Centro INAH Estado de México, el canal antiguo se ubica a 3 mil 26 metros de profundidad respecto a la superficie actual; además, está orientado en dirección norte-sur, tiene un ancho de 1.10 metros y una altura que oscila entre los 65 y los 70 centímetros.

Al hablar acerca de los terraplenes lacustres, el especialista señaló que estos debieron ser construidos sobre el lecho del lago de Chalco, probablemente en una época de estiaje que permitió acceder a los niveles más bajos del cuerpo de agua.

“Los terraplenes estuvieron compuestos por varios depósitos colocados unos sobre otros. Los primeros tres formaron la base de estos sistemas constructivos lacustres, a manera de hormigón, pero también como filtrantes de nutrientes y oxígeno para el cultivo, que pudo haberse llevado a cabo en las capas superiores”, explicó.

Por su parte, el arqueólogo Joshué Baal Soto dijo que los materiales asociados a las capas estratigráficas incluyen navajillas prismáticas de obsidiana verde de Pachuca, restos paleobotánicos (semillas) y huesos de animales pequeños sobre los que se conducirán mayores exámenes para obtener información.

Se suma a esta evidencia la localización de un tronco de madera delgado, que fue colocado en posición vertical, similar a como se instalan hasta hoy los pilotes de cimentación de una chinampa, ya que atraviesa todas sus capas hasta llegar a la base natural lacustre.

Dicho artefacto mide 1.45 metros de largo con un diámetro máximo de ocho centímetros, tiene una inclinación hacia el oeste y una característica especialmente relevante en él, “es que sus dos extremos fueron trabajados de modo a que están rematados en punta”, finalizó el especialista.

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