Sobrevivientes de la llamada ‘guerra sucia’ y familiares de personas desaparecidas en ese periodo negro de la historia de México, recorrieron por primera vez las instalaciones del Campo Militar 1, al poniente de Ciudad de México.
60 personas ingresaron a las instalaciones donde permanecieron detenidos y fueron torturados centenares de disidentes políticos. No pocos fueron asesinados, en la que fue considerada la principal cárcel clandestina del país.
El Campo Militar 1 ese es un punto de lo más interesante. No debía de haber prisioneros civiles en el campo militar, ahí estaba. Y más o menos todo el mundo sabía, pero a ver quién entraba averiguarlo”, declaró Lorenzo Meyer, historiador y académico.
Los sobrevivientes pudieron recorrer de manera inédita ese lugar, tras el compromiso que estableció el Gobierno Federal de abrir los archivos oficiales y conocer la verdad de lo ocurrido en la guerra sucia.
Allí estuvo detenido, por ejemplo, Jesús Piedra, activista de la liga comunista 23 de septiembre, hijo de la fallecida Rosario Ibarra, fundadora del comité Eureka y hermano de la actual presidenta de la CNDH, Rosario Piedra.
Y después supimos que se lo llevan al campo militar número uno y tuvimos algunas noticias de qué lo vieron con vida después de varios años de su captura. Hubo algunos testimonios y eso es lo que tenemos de él. Qué tenía una cicatriz en el rostro”, informó Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH.
Presidente instruye abrir archivos
El pasado 22 de junio de 2022 el Presidente López Obrador dijo: “estamos dando instrucciones de abrir el Campo Militar No. 1 y sus archivos para que se haga toda la investigación necesaria y se conozca la verdad; que no ocultemos nada, absolutamente. Cero impunidad”.
Así lo dijo durante la ceremonia de inicio de actividades de la Comisión para la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia por las Violaciones Graves a los Derechos Humanos ocurridas entre 1965 y 1990, con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El primer mandatario hizo énfasis al recordar a las víctimas que lucharon por una patria justa, libre e independiente, que sólo tuvieron a mano las movilizaciones y, en algunos casos, las armas, porque no había manera de lograr una transformación y de obtener justicia ante el predominio de un régimen antidemocrático y autoritario.
Tras dar la bienvenida al comandante supremo de las Fuerzas Armadas, autoridades, así como a víctimas directas o indirectas, familiares y sobrevivientes de las acciones realizadas por el Ejército en la época que nos ocupa, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, afirmó:
“Los derechos a la memoria histórica, al acceso a la verdad, la reparación integral y la no repetición de los hechos son derechos que, como parte de las instituciones del Estado mexicano, debemos hacer valer en estricto cumplimiento a la Constitución.”
Sedena entregó al Archivo General de la Nación (AGN) mil 653 legajos relacionados con los movimientos sociales y políticos del pasado, así como 18 mil 845 fojas de evidencia documental a los organismos que integran la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa.
El pasado 22 de junio, las víctimas de la guerra sucia y sus familiares ingresaron por vez primera al campo militar número uno para honrar a los caídos.
Hoy caminaron esos pasillos y las mismas instalaciones donde ellos fueron torturados y sus familiares.
Los recuerdos permanecen. Los tiempos cambian.