Felipe Calderón no era la persona en quien Vicente Fox pensaba para sucederlo en el cargo, pero con el apoyo de empresarios, la iglesia y miembros de su partido, Calderón se la arrebató al guanajuatense.
Y luego se llevó la elección de 2006 con un señalamiento a cuestas: el del fraude. Algo de lo que se burlaría años más tarde al señalar que la Presidencia fue suya, “haiga sido como haiga sido”.
La sombra de fraude lo perseguía; sin embargo, había hipotecado su gobierno… Y con ello al país.
Tuvo que hacer acuerdos con los gobernadores del PRI a cambio de impunidad, con gobernadores como Mario Marín, como Ulises Ruiz, como el propio Eugenio Hernández de Tamaulipas, tuvo que hacer acuerdos políticos con ellos y tuvo que hacer acuerdos políticos con personajes como Elba Esther Gordillo”, comentó el periodista Ernesto Núñez.
Su sexenio fue la crónica de una tragedia a decir del periodista Ernesto Núñez, quien señaló que el declive del calderonismo inició desde antes de que comenzará el sexenio de Felipe Calderón. Era la factura por la negativa a un clamor popular.
Al final se impone el grupo que le dice que no acepte el reencuentro porque eso podría haber llevado a una repetición de las elecciones y ahí es donde Calderón dice: haiga sido como haiga sido yo ya gané, y ahora a defenderse el triunfo en las instancias legales políticas”, agregó el periodista.
Calderón, en su intento de legitimarse, puso en marcha una guerra que México sigue pagando.
Peor aún, lo llevó a utilizar el tema de la seguridad como bandera de legitimación del gobierno y entonces se lanza la guerra contra el narcotráfico, como una manera de legitimar y cambiar de conversación”, agregó el entrevistado.
Y es que de acuerdo con un estudio del programa de política de drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas, los carteles crecieron más de 900% durante el sexenio de Calderón y bajo el liderazgo en seguridad de Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por sus vínculos con quien en teoría debía combatir, líderes criminales.
Con la fallida guerra contra el narco llegaron las víctimas, las mismas a las que el calderonismo llamó daños colaterales. Muchas a quienes, en su intento por ocultar una estrategia fallida, se les acusó de ser integrantes de pandillas.
Mis muchachitos estaban en una fiesta. Ahora quiero que se retracte de lo que dijeron, de lo que usted dijo, que era pandillero, mentira”, dijo Luz María Dávila, víctima.
Pero una de las tragedias -que considera el periodista Ernesto Núñez- marcaron a Calderón, fue el caso ABC.
Yo creo que el 5 de junio de 2009 fue el día más triste, de un triste sexenio. Ese día le costó la vida 49 niños, 49 niñitos chiquitos, estamos hablando de niños de brazos de niños de 3 o 4 años máximo, que ese día en la mañana sus papás lo llevaron a una institución del Estado mexicano del Instituto Mexicano del Seguro Social, aunque era una guardería subrogada, la responsabilidad social y política de la presencia guardería era del IMSS llevaron a sus hijos y se los entregan muertos”, agregó.