La Fiscalía General de la República (FGR) llevó a cabo la destrucción de 50 vehículos con blindaje artesanal, mejor conocidos como “monstruos“, en Reynosa, Tamaulipas, los cuales fueron decomisados a los Carteles del Golfo, del Noreste y Grupo Escorpiones.
A través de su delegación en aquella entidad, la FGR dio cumplimiento al Programa Destino de Bienes y Objetos del Delito, dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, el cual prevé la destrucción de este tipo de unidades, utilizadas por la delincuencia organizada para sus actividades ilícitas.
Dichos vehículos estaban relacionados con 30 expedientes y, presuntamente, fueron utilizados por distintos grupos delictivos.
Las unidades fueron aseguradas en diversas acciones de seguridad en Tamaulipas, ejecutadas en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia estatal.
Durante el proceso de destrucción se contó con la presencia del Ministerio Público Federal, así como peritos, oficiales y personal del Órgano Interno de Control de la FGR, para verificar que el procedimiento se llevara con apego a la norma, además de personal del regimiento de caballería motorizado.
A cerca de estos vehículos “monstruos”
Estas unidades acorazadas destacan por su blindaje artesanal y su capacidad para resistir ataques armados con detonaciones de grueso calibre.
Fueron adaptados en talleres clandestinos con un blindaje total diseñado para resistir ataques armados de los cárteles rivales; además, fueron pensados para proteger cargamentos de droga.