A diferencia de hace seis años, cuando llegó prometiendo “el oro y el moro”, para ganarse la confianza del electorado, en 72 días el priista, José Ignacio Peralta Sánchez dejará el gobierno de Colima en medio de un caudal de acusaciones de corrupción, incapacidad, irresponsabilidad y 8 investigaciones en puerta por el desastre, endeudamiento y quiebra económica.
De acuerdo con testimonios recabados por Once Noticias, el cúmulo de promesas y compromisos incumplidos contrasta con los reclamos de los colimenses por tanta corrupción y obra pública inconclusa.
En todos los rubros, principalmente inseguridad, desaseo en las finanzas públicas, endeudamiento, falta de liderazgo, problemas de salud. En la cuestión del COVID se tomaron medidas muy tardías y muy equívocas en el caso pues este contexto de pandemia”, Víctor Hugo González, historiador y cronista de Manzanillo.
El virtual estancamiento económico en que Peralta deja a Colima, se refleja también en la tasa de desempleo de 3.21%, con casi 12 mil mujeres y hombres desocupados; y una insolvencia financiera que, hasta esta semana, impide el pago completo de dos quincenas atrasadas y los dos meses de nómina que restan a su gobierno, a casi 15 mil servidores públicos.
Ya está todo en Hacienda, los recursos deben de llegar, según la información que tenemos. Por muy tarde la próxima semana se habrá de regularizar el pago de los salarios, qué incluye prestaciones a los trabajadores, no solamente sindicalizados del Gobierno, también a los funcionarios y empleados de confianza, incluyendo todos los elementos de seguridad estatal y de policía, y procuración de justicia listado, así como el personal por contrato o supernumerario”, Martin Flores, secretario general del STSGEC.
Pese a la aparente tranquilidad de peralta, quien dice que todo es producto de una campaña política, ya se habla de nerviosismo entre sus amigos, proveedores y presuntos prestanombres.
Para Alejo Sánchez, columnista de el financiero, las recientes instrucciones del presidente López Obrador, en torno a auditar, investigar y denunciar no solo a Peralta, por el saqueo las arcas públicas de Colima, sino todos los gobernadores salientes, es tajante, y seguramente las seguirán al pie de la letra todos los morenistas electos.
El tema es las complicidades. Salió un gobierno que dejó un desastre financiero y entra otro que maquilla, no denuncia. Creo que, si se trata de las cuentas claras, de precisar con claridad y atendernos efectivamente en una transparencia y ejercicio de rendición de cuentas. Lo primero que se tiene que hacer, es deslindar responsabilidades”, Remedios Olivera, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Colima.
En esta ruta, para los colimenses de los diferentes sectores sociales, el gobernador saliente no hizo la diferencia, en las décadas de corrupción, saqueo y enriquecimiento ilícito, que caracterizaron la mayoría de los sexenios priistas.
Hoy exigen justicia, contra un Peralta Sánchez que, dicen, llegó a la gubernatura, casi a pie, sin grandes recursos patrimoniales, y el próximo 31 de octubre termina su gubernatura, dejando a Colima con una deuda pública de más de 8 mil millones de pesos y en la insolvencia financiera.
Actuaron en contra de las finanzas del Estado de Colima. Ahí estamos hablando del pueblo de Colima. Entonces, éste, por obvias razones, si se aplican las leyes que se quebrantaron, tendrían obviamente que ser llamados a cuentas”, Griselda Martínez, presidenta municipal de Manzanillo.
Hemos sufrido ya bastante en muchos aspectos: la pandemia, la inseguridad, la crisis económica, falta de crecimiento. Entonces, es justo pues que el gobernador este a la altura de sus circunstancias. Si sale bajo el signo de sospecha, que pague o se encargue”, dijo el historiador.
Que rinda cuentas, y si se le encuentra responsable que se le aplique la ley. Claro que sí, como debe de ser”, expresó trabajador jubilado de Colima.