El combate a la corrupción ha sido la premisa del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en diversas ocasiones ha denunciado las ganancias que se llevaban diez empresas por la venta del 80% de los medicamentos al sector público durante la administración priista Enrique Peña Nieto.
Tan sólo en el último año de Gobierno de Peña Nieto, tres empresas acapararon 60.7% de las compras de medicamentos realizadas por la Administración Federal. En 2018 estas compañías obtuvieron 35 mil 500 millones de pesos.
En un análisis de proveedores durante el periodo 2012-2018, el presidente López Obrador señaló a empresas como: Grupo Fármacos Especializados, Farmacéuticos Maypo, distribuidora internacional de medicamentos y equipo médico, entre otras, que obtuvieron jugosas ganancias por venderle medicamentos al Gobierno de Peña Nieto.
Fue por eso que en 2019 cambió el modelo de la compra de medicamentos. La Secretaría de Hacienda lo centralizó y se separó el proceso de distribución, antes coordinado por las farmacéuticas y quedó en manos del Estado. El Presidente anunció que se realizaría una adjudicación directa y una licitación internacional para garantizar el abasto de medicamentos y materiales de curación en el país.
En represalia, empresas y distribuidoras dejaron de vender medicamentos al Gobierno al verse afectados sus intereses económicos, lo que generó un desabasto, principalmente de claves oncológicas, afectando sobre todo a pacientes con cáncer.
En respuesta a las acciones de grupos neoliberales y de sectores afectados en sus intereses económicos, el presidente López Obrador propuso la creación de un banco de medicinas donde se encontrarán medicamentos de todo el mundo y así fue cómo surgió la Megafarmacia.