El presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, reconoció que las elecciones del pasado 2 de junio fue un “golpe de realidad“, para está fuerza política de la oposición.
“Nunca pensamos que tendríamos esos resultados. Salvo en varias de las grandes urbes, solo el 60% de la gente votó. Y aún ahí importantes sectores de clases medias, medias altas y hasta altas, votaron por Claudia Sheinbaum”, dijo Jesús Zambrano.
Ante esto, durante la reunión nacional de Nueva Izquierda (NI), señaló que el PRD ya no es una opción viable a nivel nacional para la sociedad actual.
Admitió que aunque el PRD aún conserva su registro en al menos 14 estados, es necesario reinventarse, reagruparse y formar un nuevo partido con otras siglas.
No tengo ninguna duda de que debemos reinventarnos, ir al encuentro de todos los liderazgos y fuerzas importantes de la sociedad con quienes coincidimos en este proceso electoral para junto con ellos construir una nueva fuerza política progresista de corte socialdemócrata, que… pic.twitter.com/4X8GBB9SMI
— Jesús Zambrano (@Jesus_ZambranoG) June 15, 2024
Xóchitl no tuvo estrategia
Zambrano también reconoció errores cometidos durante la campaña presidencial en la coalición con el PAN y el PRI, que respaldaba a Xóchitl Gálvez.
Criticó la falta de una estrategia de campaña unificada y coordinación efectiva, lo que contribuyó a los pobres resultados electorales.
“El cuarto de guerra funcionó sin coordinación con las dirigencias partidistas, no hubo coordinaciones estatales para dar seguimiento a las campañas y hacer una campaña única nacional”, comentó.
El dirigente perredista reflexionó sobre las ilusiones y expectativas que llevaron a su partido a subestimar la realidad electoral.
“El golpe de realidad fue brutal, nunca pensamos en verdad que tendríamos esos resultados”, expresó, destacando la desconexión entre las percepciones de la campaña y el verdadero apoyo popular.
Zambrano también señaló que la gente votó por lo tangible y por lo que impactaba directamente en sus vidas, criticando la compra de votos y el uso de programas sociales como herramientas de persuasión.
A pesar de ello, aceptó que el PRD no logró conectar ni convencer suficientemente al electorado.
Al finalizar su discurso, Jesús Zambrano dio por terminado el ciclo del PRD, destacando su contribución a la transición democrática y la alternancia política en México durante sus 35 años de existencia.
“No puedo ocultar mi tristeza por lo que está pasando pero hasta aquí llegamos para cerrar un ciclo”, declaró, instando a la construcción de un nuevo ciclo político.
“¡Viva el PRD! ¡Viva la democracia! ¡Viva la república! ¡Viva México!”, concluyó Zambrano, marcando el fin de una era para el PRD y el inicio de un nuevo capítulo en la política mexicana.