La noche del miércoles fueron liberados alrededor 30 militares y elementos Guardia Nacional, así como un veintena de agentes ministeriales del estado de Guerrero que fueron retenidos por alrededor de cuatro horas por habitantes del municipio de Quechultenango.
Frente al ayuntamiento, cerca de 200 pobladores exigieron la salida de los cuerpos de seguridad para que no lleven a cabo más recorridos de vigilancia, argumentando que viven en paz y no quieren la militarización en esa región.
Al lugar de la protesta acudieron el secretario de Seguridad Pública estatal, Evelio Méndez, y el director general de Gobernación, Francisco Rodríguez, que lograron un acuerdo con los pobladores para que sea la policía comunitaria quien vigile el municipio de Quechultenango.