Uno de los pilares rectores de la Cuarta Transformación es sin duda, el “humanismo mexicano”, modelo político que prioriza los intereses del pueblo en un proyecto patrio y colectivo que nace de las raíces culturales y desde la sabiduría popular.
Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la silla presidencial, el proyecto de la 4T busca su consolidación, por lo que el humanismo mexicano no ha perdido vigencia.
Durante una de sus Mañaneras del Pueblo, la Presidenta mostró un video donde se detallan los 10 principios del humanismo mexicano.
- Para alcanzar la prosperidad compartida, primero los pobres
- No puede haber Gobierno rico con pueblo pobre
- Las y los gobernantes deben ser honrados y honestos
- La democracia es el Gobierno del pueblo y para el pueblo
- Prohibido prohibir. La libertad es esencia de la democracia
- El desarrollo y bienestar del pueblo sólo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales
- Las mujeres tenemos derecho a la igualdad sustantiva
- México es un país soberano independiente, libre y democrático
- La política se hace con amor y no con odio
- Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación
¿Cómo surgió?
Hace dos año, en 2022, frente a miles de simpatizantes, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, tras encabezar la Marcha por la Transformación, nombró por primera vez al modelo que seguía su proyecto.
El exmandatario anunció, en aquella ocasión, que en el terreno teórico, el modelo político que se aplicaba a su propuesta de la Cuarta Transformación era el “humanismo mexicano”, cuyo principio se basa en “tener amor al pueblo, querer al pueblo, profundo amor al pueblo”.
Este proyecto pone por sobre todo los intereses del pueblo, y lleva por apellido el distintivo de “mexicano”, porque se trata de un proyecto patrio y colectivo que nace de las raíces culturales y desde la sabiduría popular.
Eso quiere decir que el sustento del proyecto es la Historia, la de sus pueblos y luchas; se trata de un proyecto en construcción, solidario y con un sentido profundo de fraternidad, equidad y justicia.
El humanismo mexicano busca sumar el pensamiento con la acción transformadora y revolucionaria, y se nutre de principios políticos, económicos y sociales.