La temporada de sequía que afecta a estados como Nuevo León, Coahuila y Sonora permite ver la otra cara de los fenómenos meteorológicos como “Bonnie”.
Y es que los huracanes, como sabemos, también son benéficos en ciertas zonas del país.
De acuerdo con especialistas, funcionan como una especie de regaderas de agua. Alimentan los mantos acuíferos y las presas; además de que evitan incendios forestales.
Si vemos el mapa de nuestro país, encontraremos que sólo la zona sur y sureste son húmedas, el resto, es decir el 70% del territorio nacional se encuentra en zonas áridas o semiáridas.
De ahí que los huracanes, como el que se encuentra ahora en el pacífico mexicano, funciona como un sistema de alimentación hídrico.
Así, por ejemplo, las presas están actualmente en un 80% de su capacidad debido a las lluvias por las tormentas tropicales y los huracanes.