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Importación de glifosato disminuye mientras producción de alimentos aumenta: Sader

Como parte de las alternativas al uso del glifosato, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ha desarrollado alrededor de 22 potenciales bioinsumos.

Es posible la producción agrícola en México sin el uso de plaguicidas altamente peligrosos o de herbicidas como el glifosato, y pese a las campañas de miedo que transnacionales y empresarios pusieron en marcha alarmando de una supuesta escasez de alimentos, hay otros datos.

Como parte de las alternativas al uso del glifosato, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha desarrollado alrededor de 22 potenciales bioinsumos a partir de aceites esenciales, extractos vegetales, residuos agroindustriales, entre otros materiales orgánicos.

Foto: Pexels.

Al respecto, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez, informó que cayó la importación de glifosato y también las cuotas autorizadas para 2021-2022 y, detalló, observamos que la producción de alimentos en este periodo creció de 294 millones de toneladas a 300 millones de toneladas de alimentos.

Además, diversas dependencias mostraron los resultados de investigaciones que proponen alternativas al uso de glifosato.

“Tenemos cinco nuevos herbicidas agroecológicos con datos científicos, con tecnología aprobada en parcelas de campo”, dijo María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

A 20 meses de la publicación del decreto presidencial para sustituir de forma gradual el glifosato, el Conacyt ha apoyado más de 60 proyectos de investigación e incidencia en 25 estados de la República que atienden cultivos con mayor uso de esta sustancia altamente peligrosa, que amenaza la salud de las personas y los ecosistemas.

“En resumen es un producto que se inventó para la guerra, que se inventó para limpiar cañerías, que posteriormente se vio que pudiera dar rendimiento a un proceso de producción de alimentos”, mencionó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.

22 potenciales bioinsumos alternativos

Por su parte, la directora de Estrategia Tecnológica del Conacyt, Edith Calixto Pérez, destacó que la institución plantea que la incidencia de los proyectos de investigación abarque todo el territorio mexicano, con especial atención en los cultivos más expuestos a estos herbicidas tóxicos, como el maíz y los cítricos.

“En estos proyectos no se busca sólo sustituir al glifosato con bioinsumos, sino también promover el desarrollo de otras alternativas como: el uso de prácticas agroecológicas, el aprovechamiento de residuos, la biorremediación del suelo y agua, y la implementación de maquinaria de uso agrícola”, abundó.

Calixto Pérez explicó que, como parte de las alternativas al uso del glifosato, se han desarrollado alrededor de 22 potenciales bioinsumos a partir de aceites esenciales, extractos vegetales, metabolitos secundarios, microorganismos, polímeros, residuos agroindustriales y sustancias derivadas de insectos.

Los bioinsumos apoyados por el Conacyt se han desarrollado bajo las premisas de seguridad ambiental, rigurosidad científica, validación en el campo mexicano, así como la aprobación y apropiación de los productores.

Las representantes del Conacyt mencionaron que entre las labores de difusión se han publicado 21 gacetas en las que se detallan distintas prácticas para el control de arvenses, que son plantas que, bajo control sin agrotóxicos, resultan favorables para los ecosistemas en los cultivos. 

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