Una de las instituciones mexicanas en las que se ha combatido con más fuerza la corrupción, en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el Instituto Nacional de Migración. Su estructura era sinónimo de extorsión, impunidad y violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
La limpia ha sido implacable, dijo en entrevista el comisionado de Migración, Francisco Garduño:
“El Instituto Nacional de Migración tiene una plantilla de 5 mil trabajadores, de esa plantilla llevamos actualmente dados de baja por diferentes condiciones, más de 2 mil 400”, agregó.
Asimismo, Garduño Yáñez comentó que “en los que se incluyen corrupción, faltas, omisiones, violaciones mínimas, se van. Es uno de los objetivos del presidente de la República, el combate a la corrupción total”.
Además, afirmó que el Estado Mexicano no criminaliza la migración como sucedía en el pasado. Ahora la aborda a partir de tres ejes: gobernabilidad, filosofía humanista y la protección de la vida de las personas. Es un trabajo contracorriente porque las y los agresores muchas veces están en las instituciones.
Un estudio del Colegio de la Frontera Norte reveló que 40% de las agresiones a personas migrantes regulares e irregulares, proceden de las propias autoridades mexicanas. El comisionado Garduño recordó lo sucedido el 22 de enero de 2021, en Camargo, Tamaulipas.
“Fueron acribillados por la policía estatal de Tamaulipas 18 guatemaltecos, pero no sabíamos quiénes eran, cómo se llamaban y ese es el problema del gobierno”, detalló.
Las víctimas sufrieron quemaduras de cuarto grado. Un convoy de la policía de Tamaulipas los persiguió varios kilómetros, primero les disparó y luego les prendió fuego. Por los hechos fueron detenidos 12 agentes locales, 12 asesinos. Entres los agresores y extorsionadores de migrantes también se encuentran agentes del INM.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha emitido 17 recomendaciones contra el organismo, la mayoría se han tenido o están en proceso, otras fueron aceptadas por improcedentes refirió Garduño.
“En 2019 nos llegó una recomendación de los Derechos humanos en los que establecen que hubo violación por un migrante que falleció en un hospital, pero el Instituto Nacional de Migración acreditó que lo llevó dos veces al hospital y fue en el hospital donde murió. Pero acusaban al instituto que había sido omiso en la atención hospitalaria, no es cierto”, aseveró.
Como parte del combate a la corrupción y los vicios del pasado, está la eliminación del burocratismo. De 29 tarjetas migratorias que implicaban igual número de trámites, hoy se concentran en un sólo archivo digital.
De igual forma, la implementación del cobro electrónico con tarjetas bancarias, lo cual elimina las largas filas y “mordidas” por el personas migratorio.
“Entre menos intervención haya del hombre en cualquier trámite es mejor, ¿por qué?, porque evitamos la discrecionalidad evitamos el uso de corrupción en el otorgamiento de una tarjeta migratoria, entonces eso nos permitirá no andar cuidando las manos de cada uno de los empleados del Instituto nacional de migración, sino cambiando los sistemas”, explicó.
A tal grado llegada el burocratismo, que al inicio de la actual administración, el Instituto tenía 3 millones de cajas donde almacenaban formas migratorias, un mundo de papel que fue depurado, como los malos elementos.