Familias del colectivo Uniendo Esperanzas instalaron el primer buzón de paz en la colonia Llano de los Báez, sobre la calle “Manzana G”, en el municipio de Ecatepec, Estado de México. Verónica Rosas Valenzuela es mamá de Diego Maximiliano Rosas Valenzuela, quien fue secuestrado y desaparecido el 4 de septiembre de 2015. La familia vivió en esta unidad por más de 16 años y por eso pintó un mural en la casa donde el joven creció. Una pared blanca rompe la vista de los tabiques naranjas que uniforman el complejo habitacional. Sobre el fondo blanco el rostro de Diego marca el último lugar en donde su madre lo vio. En septiembre de 2021 concluyeron la pintura y en este mes de febrero colocaron el buzón de paz. Los buzones de paz surgen luego de ver que este mecanismo es fundamental para buscar en campo. El mecanismo es asistir a las misas comunitarias y sensibilizar a los creyentes, explicarles la problemática y algunos casos. Las personas pueden dejar en el cajón de las limosnas un mensaje de esperanza o alguna información que pueda ayudar a dar con el paradero de algún desaparecido. Así es como la gente ha mostrado mapas donde hay fosas clandestinas o donde saben que han ocultado cuerpos que pueden ser identificados.
“Nosotras pensamos que era algo importante para replicar y en el caso de mi hijo, sabemos que las personas involucradas directamente son vecinos, y que ellos podrían dejar alguna información para llegar a la verdad. Aquí puedan venir a dejar un mensaje de aliento o de paz y si alguien tiene información de dónde puede estar Diego o cualquier otro desparecido, aquí la pueden poner”, expresó Verónica.La madre buscadora externó que a más de seis años de la desaparición de su hijo y sin el total apoyo de las autoridades, está puede sr una forma de obtener información.
“Nosotros nos buscamos culpables, nosotros queremos saber en dónde están”.Las integrantes del colectivo consideraron que esté trabajo de búsqueda debe repetirse en las diferentes comunidades en dónde están sus compañeras, pero antes deben hacer un trabajo de sensibilización. “Me surgió la necesidad de poner el buzón por lo que aprendimos en Morelos, me di cuenta de que el miedo es uno de los factores para cumplir la injusticia, porque vi comunidades donde había personas que no tenían denuncias, pero es por el terror. Es muy desgastante el día a día de las personas que tenemos años buscando a nuestros seres queridos“, detalló la buscadora. La idea de instalarlo en Ecatepec surge entre las hermanas Rosas, junto con el sacerdote Arturo Lara. Una amiga de la familia donó el buzón que se va a instalar con varillas y concreto, para que sea un lugar de memoria en esa comunidad.
“Quise iniciar todo con una oración, porque la fe es parte de nuestra fortaleza en medio de tanta adversidad y obscuridad, la esperanza y la fe son una luz para seguir. Nosotros venimos a invitar a los vecinos para que puedan dejar sus mensajes de manera anónima. Nadie va a abrir ese buzón excepto yo. Esto es para ayudar e ir construyendo la verdad y la justicia a través de la paz”, comentó Verónica.En la búsqueda de Diego, Verónica Rosas se encontró con otras familias. Ella no pensaba que pasaría tantos años buscando a su pequeño, tenía la idea de que las autoridades se lo iban a traer de vuelta, pero en su caminar se dio cuenta de que no era así y también de que no estaba sola. Había muchas personas en la misma situación, y en ese camino se encontró con dos mujeres más y formaron el colectivo que se llama Uniendo Esperanzas en el año 2018, al día de hoy hay 14 familias de diferentes municipios del Estado de México, todas víctimas de secuestro y desaparición forzada que hacen funcionar el colectivo. Esta comunidad, según explicó Vero, era un lugar tranquilo donde podían salir en la noche o el día y no pasaba nada, ahorita está todo lleno de jaulas para los autos, todas las ventanas con herrería, la gente ni se acerca ni se habla.
“Se ve que hay mucho miedo, que ha impactado la violencia en todos, porque cuando desapareció Diego yo les decía a los vecinos que me ayudarán y no hablaron. El miedo es algo que paraliza a las personas, y bueno este buzón de paz puede ayudar porque es de una manera anónima, creo que también es una oportunidad para que se arrepientan quienes pueden tener información que no han brindado, también le pueden dejar un mensaje a Diego porque él vivía en este lugar, el creció con los jóvenes de aquí y puede ser alentador para muchos”, concluyó Verónica.