La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) recomendó a las familias, en especial a las que viven en zonas de riesgo, tener un plan de protección civil que les permita salvaguardar su vida y patrimonio ante el inicio de la temporada de huracanes.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) estimó que la temporada de huracanes finalizará el 30 de noviembre, lapso en el cual se presentarán entre 16 y 21 fenómenos hidrometereológicos en el Océano Atlántico y entre 14 y 19 en el Pacífico.
El pronóstico refiere que entre cuatro y ocho eventos podrían ser huracanes de categoría 3 o mayores.
México, dijo, se encuentra en una zona geográfica que lo hace ser un país altamente expuesto a estos fenómenos, por lo que cada año debe prepararse para el embate de los ciclones.
En ese contexto, la directora general de la AMIS, Norma Alicia Rosas, explicó que los eventos con mayor pago de siniestros para el sector asegurador, fueron cuatro han sido huracanes.
“Los desastres provocan la pérdida de vidas, destrucción de hogares y fuentes de empleo, así como la afectación de infraestructura, por ello, el seguro puede contribuir a crear familias y ciudades más resilientes ante estos fenómenos”, aseguró.
Asimismo, detalló que cuando la infraestructura de los estados se daña por los ciclones, se debe considerar que se generan daños indirectos para toda población, ya que las carreteras y todas las vías de comunicación son necesarias para la reactivación económica de las empresas y, sobre todo, de las familias.
Los fenómenos hidrometereológicos continuarán por lo menos cinco meses más, por eso las familias deben crear su plan familiar de gestión de riesgos y protección civil.
Ante este panorama, estas son algunas recomendaciones:
*Organizarse en familia. Para que todos conozcan lo que deben realizar antes, durante y después de que se presente una situación de desastre o emergencia, y actúen de manera organizada y coordinada.
*Revisar el estado de la construcción de su casa, el mantenimiento de las instalaciones (agua, gas, luz) y el mobiliario.
*Revisar también los peligros que puedan presentarse en los alrededores de su hogar, por ejemplo, tener cerca un transformador de energía, que su casa esté en una ladera o ríos cercanos.
*Elaborar un croquis sencillo de su casa y alrededores. En él anotar las observaciones sobre los posibles riesgos, así como las recomendaciones para reducirlos.
*Realiza periódicamente ejercicios o simulacros en el hogar. Un simulacro es un ensayo o práctica acerca de cómo se debe actuar en caso de una emergencia por inundación, ciclón tropical, incendio, sismo, etc.
*Tener a la mano los documentos personales de todos los miembros de la familia y objetos importantes en caso de una emergencia. Guardarlos ordenadamente en un lugar seguro dentro de una bolsa, caja o archivero portátil, resistente al agua.