El boxeador Julio César C, hijo de la leyenda del boxeo mexicano, abandonó el penal de Hermosillo, Sonora, luego de que un juez federal lo vinculó a proceso por su presunta participación en delitos de tráfico de armas y crimen organizado, aunque le permitió continuar el juicio en libertad.
La decisión fue tomada el sábado en una audiencia remota encabezada por el juez Enrique Hernández Miranda, quien tras escuchar la exposición de 21 datos de prueba presentados por la Fiscalía General de la República (FGR), determinó que el pugilista podrá establecerse en cualquier parte de México, con la única restricción de no salir del país sin autorización judicial.
Julio César C salió del reclusorio acompañado de su madre y una tía. Durante la audiencia, el excampeón expresó: “Soy de Culiacán, soy boxeador desde hace 22 años; desde chiquito se dicen chismes de mí y esto es más de lo mismo”.
Acusaciones vigentes
De acuerdo con la investigación, la FGR sostiene que el boxeador habría favorecido la fabricación artesanal de partes de armamento en Sinaloa para después comercializarlas, presuntamente en colaboración con el Cártel de Sinaloa.
El expediente incluye señalamientos de tráfico de armas, municiones y explosivos, así como vínculos con una red criminal que operaba en la frontera de Nogales, Sonora. El caso fue turnado a esta entidad por la cercanía con la zona donde presuntamente se realizaban las operaciones ilícitas.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ya había señalado al pugilista como “afiliado al Cártel de Sinaloa” al momento de su detención en el extranjero por el ICE.
La Fiscalía solicitó un plazo complementario para robustecer la investigación. La próxima audiencia está programada para el 24 de noviembre, cuando se revisarán nuevas pruebas.
Por ahora, Julio César C boxeo enfrentará su proceso fuera de prisión, aunque bajo vigilancia judicial, sin posibilidad de abandonar México sin autorización.