En torno al caso de la periodista Lydia Cacho, es preciso recordar que hubo pruebas más que suficientes para no dejar en la impunidad a los responsables. Pruebas que, sin embargo, los gobiernos de Fox, Calderón y Peña, ignoraron…
Las pruebas más evidentes, que salieron a la luz pública fueron tres llamadas telefónicas, de las que aquí le damos cuenta de manera íntegra.
La primera fue entre Kamel Nacif y Mario “M”:
MARIO “M”: Quiobolé Kamel.
KAMEL NACIF: Qué pasó mi gober precioso, mi héroe chingao.
MARIO “M”: No, tú eres el héroe de esta película, papá. Ya ayer le acabé de dar unos coscorrones a esta vieja cabrona, que aquí en Puebla se respeta la ley y aquí no hay impunidad, y aquí quien comete un delito se llama delincuente, que no se quiera hacer la víctima, y que no se quiera aprovechar para hacerse publicidad. Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos contesta, pero es que nos ha estado jode y jode y pues que se lleve también su coscorrón. Y que aprendan otros cabrones y otras que aquí no vamos a permitir esas cosas.
KAMEL NACIF: Yo sé, pero esos cabrones, siguen sacando esas mamadas y mamadas, pero yo hice una declaración fui a la televisión y la pasaron aquí. Yo en el Milenio le dije, si lo quieres leer, pues al señor gobernador no le tembló la mano.
MARIO “M”: Sí, claro
KAMEL: ¿OK?
MARIO: Claro, claro, no nos tiembla, ni nos temblará.
KAMEL: Pinche bola de ratas, ¿qué han hecho? Que asquerosidad han hecho
MARIO “M”: Sí, sí, sí. No, se sienten Dios, en el poder.
KAMEL NACIF: Yo te hablé para darte las gracias de lo que hiciste, que yo sé que te metí en un problema, pero…
MARIO “M”: No, hombre. A mí me gustan esos temas, coincido contigo en quién hijo de la chin… y no somos santos, desde luego, pero si alguien tiene pruebas que las presente, sino mejor que se calle la boca.
KAMEL NACIF: Y para darte un abrazo, te tengo una botella bellísima, de un cognac que no sé a dónde te lo mando.
MARIO “M”: Pues a Casa Puebla.
KAMEL NACIF: Bueno, tengo una botella que te traje para mandártela.
MARIO “M”: Órale, sale.
KAMEL NACIF: Si te la puedo mandar ahí, ¿verdad?.
MARIO “M”: Sí, desde luego.
KAMEL NACIF: Yo te la quería dar personalmente, pero estás todo ocupado.
MARIO “M”: Ahí mándamela, ahí o a Casa Aguayo, donde se te haga más fácil.
KAMEL: Donde tú me digas.
MARIO “M”: Pues, Casa Aguayo para echármela.
KAMEL NACIF: ¿Te la vas a echar?
MARIO “M”: Sí, claro, luego, luego en Navidad.
KAMEL NACIF: Está bien, entonces te voy a mandar dos no una.
MARIO “M”: Órale.
La segunda llamada ocurrió entre el empresario Kamel Nacif, mejor conocido como “el rey de la mezclilla” y Jean Succar Kuri.
En algún momento de la conversación ambos comienzan a hablar en árabe, la traducción revela lo que aseguraba la periodista Lydia Cacho: Kamel y Kuri encabezaban una extensa red de trata.
Y en la tercera llamada se comprobaron los nexos entre Nacif y el entonces senador priista, Emilio Gamboa, que habían sido negados por ambos. El empresario pide a Gamboa que frene iniciativas que le impedían abrir un casino en el Hipódromo de las Américas:
EMILIO GAMBOA: Papito donde andas cabrón.
KAMEL: Pues aquí estoy en el pinche pueblo de los demonios, papá.
EMILIO GAMBOA: Pero, dónde andas mi rey porque hablo todo el día bien de ti, pero te pierdes, hijo de la chin.
KAMEL: Pues ando chingándole, no queda otra.
EMILIO GAMBOA: Pero, ¿vas bien?
KAMEL: Mira, mientras estoy vivo me va bien.
EMILIO GAMBOA: No, no, no, pero estás bien ¿no?
KAMEL: Así es mi rey.
EMILIO GAMBOA: Bueno, cuídateme mucho y nos vemos pronto ca….
KAMEL: Y tú cómo estás senador?
EMILIO GAMBOA: Uy a toda madre. Aquí echando una comida con unos senadores y si te cuento, lloras cab…
KAMEL: De dónde?
EMILIO GAMBOA: Vamos a sacar la reforma del hipódromo cabrón ya no del juego, del hipódromo.
KAMEL: ¿Para qué?
EMILIO GAMBOA: Para hacer juego allí.
KAMEL: ¿Cómo? bueno
EMILIO GAMBOA: ¿Cómo lo ves?
KAMEL: No, no la chingues.
EMILIO GAMBOA: Entonces lo que tú digas, cabrón, por allí vamos.
KAMEL: No, dale pa tras papá.
EMILIO GAMBOA: Pues entonces va pa tras, esa chingadera no pasa en el Senado.
KAMEL: A huevo.
EMILIO GAMBOA: OK.
KAMEL: Pos a huevo.
EMILIO GAMBOA: Te mando mi cariño.
KAMEL: ¿Cuándo nos vemos?
EMILIO GAMBOA: Cuando quieras mi Kamelito.
KAMEL: Pues, cuando tú digas.
EMILIO GAMBOA: Me dices. No estoy en.
KAMEL: ¿Cómo?
EMILIO GAMBOA: Regresando yo me voy a Washington a ver a unos cabrones, pero regresando te veo.
KAMEL: ¿Cuándo te vas a Washington?
EMILIO GAMBOA: Me voy el domingo, el sábado, y regreso el martes a las 11 de la noche.
KAMEL: Pues a ver si nos vemos el miércoles.
EMILIO GAMBOA: Regresando yo te llamo, créeme que yo te llamo ya no me llames a mí, yo te llamo.
KAMEL: Órale senador.
EMILIO GAMBOA: Un abrazo
KAMEL: Estate bien bye.
EMILIO: Bye.