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‘Las Patronas’, más de 25 años alimentando una esperanza

FOTO: TWITTER

Era una tarde invernal veracruzana de 1995. La vida de Norma y Leonila se trocó para siempre. una súplica desesperada las quebró: “tenemos hambre, regálenos un pan”.

En ese momento hicieron suya una de las realidades más dolorosas de nuestro país: la migración.

La voz destrozada le pertenecía a uno de los miles de centroamericanos que viajaban en el lomo de La Bestia, el tren que parte del sur de México y conecta con Estados Unidos.

Ese fue el principio de un largo trajinar, el inicio de “Las Patronas”.

¿Quiénes son?

Son 12 mujeres del municipio Amatlán de los Reyes, en Veracruz, que desde hace 27 años sacian, hasta donde pueden, el hambre y la sed de miles que escapan de la violencia que los carcome en sus países.

La primera vez que se dio comida fueron 30 porciones que se dieron, que mi mamá dijo vamos a darles sin saber que esas porciones de comida iban a cambiar la vida del migrante y también la nuestra’’, aseguró Nora Romero Vázquez, coordinadora de grupo “Las Patronas”.

Los alimentos son producto de la bondad de sus vecinos en la comunidad, conmovidos por las condiciones precarias en las que viajan los paisas, les dicen, aunque no lo sean.

“Se pone atún, arroz frijoles, sus 10 tortillas y si hay pan de agua se ponen de 5 a 6 bolillos de cada bolsa para que puedan compartir con el otro compañero’’, dijo Nora Romero Vázquez.

Al escuchar el rugir de la bestia, las mujeres se colocan frente a las vías y conforme el gigante de acero se aproxima, levantan los brazos y reparten un poco de ayuda a los más hambrientos.

“Ellos agarran el lunch y la botellita de agua, y ver esa cara de alegría y felicidad de ellos contentos y lo único que recibimos de ellos son las bendiciones’’, señaló Julia Ramírez Rojas, integrante del grupo “Las Patronas’’.

De acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob), en 2021 se registraron casi 4 millones y medio de ingresos de migrantes.

Además de exigir respeto por los derechos de migrantes, su bondad se extiende al albergue que lleva su nombre, donde protegen y atienden a quienes lo requieren.

“Te sientes muy orgullosa y contenta porque ellos se van contentos y cuando llegan a albergue también, y ellos dicen que cuando llegan acá es como su casa’’, comentó Julia Ramírez Rojas.

Es tal su labor que ya se reconoce en el mundo, “Las Patronas’’ fueron nominadas en 2015 al Premio Princesa de Asturias, en España y cuentan con dos premios nacionales de derechos humanos.

Son mujeres, voluntarias, ejemplares, sin partido político ni financiamiento externo.

Su obra sigue cambiando la vida de los migrantes y, claro, la de ellas mismas.

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