Los trabajadores de plataformas digitales consideran que la reforma laboral en el capítulo de aplicaciones digitales, no es la solución, y que tiene puntos perfectibles.
Por ejemplo, las personas pensionadas que lo tienen como segundo sustento, no saben aún cómo van a quedar.
Mencionaron que aún falta que les expliquen más sobre la propuesta de reforma, y que sean transparentes de cómo se van a manejar las aportaciones, tanto de las plataformas como de las y los repartidores.
Estas son algunas de las dudas que genera la reforma a las plataformas digitales para dignificar las condiciones de las repartidoras y los repartidores, que entrará en vigor el 23 de junio.
Ahora tendrán seguridad social, derecho a solicitar un crédito de vivienda, aguinaldo y utilidades, beneficios que antes no tenían.
Ellas y ellos han levantado la voz en un entorno difícil.
“Hemos vivido caídas en tiempo de lluvias, la verdad si nos hemos caído y hemos dejado de trabajar hasta una semana por una caída, la verdad”, declaró la repartidora, Abigail Garnica.
Sufren arbitrariedades de las aplicaciones, que las bloquean, y de los usuarios.
“Señores grandes, me ha tocado que salen, vas y entregas el pedido y salen en paños menores y es así como que oye… y se aferran a que subas, cuando tú les dices, no puedo subir, te entrego a pie de calle, ellos dicen no, sube, sube y nosotras estamos muy vulnerables en ese aspecto, porque si ellos nos ponen como una manita abajo o nos llegan a reportar tenemos problemas con nuestra aplicación”, mencionó la repartidora, Leslie Díaz.
Acoso y la intolerancia de clientes que va más allá de las palabras.
“Llego con el cliente y me empieza a agredir físicamente y verbalmente, tanto él como su mujer a tal grado de qué me aventaron la pizza, era una pizza, y me dijeron te vamos a reportar y no nos importa, ya tenemos las evidencias y yo, oye, pero yo tengo que cumplir con mi protocolo. Y, pues vaya, la aplicación me dijo, no hay ni a quien creerle, el cliente siempre tiene la razón”, añadió Leslie.
Otras repartidoras han aprendido de las malas experiencias y utilizan las alertas digitales.
“Si hemos pasado, pero afortunadamente, en mi caso, yo me he resguardado con la plataforma, y siempre como que he pedido ayuda soporte técnico, para que me bloqueen ese usuario, y no tenga más coincidencias con él”, platicó otra de las trabajadoras de estas aplicaciones, Karina de la Cruz.
Y siempre está el riesgo de accidentes, que se potencializa en temporada de lluvias.
Aldo salvó la vida de milagro, paró unos días y regresó al trabajo.
“Me fracturé la rodilla y el tobillo, y pregunté a las aplicaciones y nadie me apoyó, de hecho tuve que trabajar con yeso. Tengo fotos donde yo trabajaba con yeso y con muletas por la necesidad, porque soy el sustento de mi casa”, mencionó Aldo.
En México se estima que hay aproximadamente 650 mil repartidores por aplicaciones digitales.
Es un medio alternativo cuando se cierran las puertas en los empleos formales.
“A mí me reventó la vesícula, me dio peritonitis, por eso traigo mi intestino por fuera con una bolsa de plastomía, lo cual ya me impide trabajar en una empresa. El riesgo, nada más es la pedaleado, por lo cual me compré una bicicleta eléctrica, con la cual reparto, y mientras que no cargue mucho peso adelante, no hay ningún problema”, comentó un repartidor pensionado, José Alfredo.
José Alfredo es pensionado y teme que con la entrada en vigor de la reforma quede cancelado este beneficio.
Sin embargo, la ley establece pensiones por invalidez y eventual fallecimiento del repartidor.
Se prohíbe que las plataformas cobren por el uso de la aplicación y no podrán desactivar las cuentas de los repartidores de manera injustificada. Sólo piden que los sindicatos no metan las manos.
“Cuando no los conocemos, ellos no saben lo que es repartir de ocho de la mañana a altas horas de la noche todo el día, no saben lo que es trabajar con lluvia, con sol, no saben lo que son secuelas de un accidente”, añadió Aldo.