Nacional

Localizar migrantes desaparecidos en México y reencontrarlos con sus familias

Rubén Figueroa es una activista que busca migrantes desaparecidos en vida.

Desde hace 17 años Rubén se da a la tarea de investigar en la ruta migrante, y tiene ocho años reuniendo a las personas que perdieron contacto con sus familias en Centroamérica. Hay familias que tenían hasta 15 años sin verse ni hablarse y gracias al trabajo de Rubén logran reencontrarse. Los Puentes de Esperanza se hacen cada año, y la fuerza de una gran investigación hace posible que las desapariciones se desvanezcan en un abrazo. 

 

El Movimiento Migrante Mesoamericano arregla las visas y trámites migratorios para que las madres puedan cruzar y buscar de manera libre en el país. Sobre un camión va media centena de madres y familiares que quieren encontrar a los suyos. Recorren la ruta migrante según las pistas (Chiapas, Tabasco, Veracruz, Puebla, Guanajuato, CDMX, etc.), y de regreso hasta llegar a la frontera con Guatemala. El trabajo con las familias tarda entre 20 y 30 días y en cada estado donde paran, hacen movilizaciones y acciones de búsqueda, como entrar a los penales para ver si alguno de los extranjeros presos es su hijo, buscan en albergues o puntos de tolerancia con la esperanza de conseguir alguna pista.

 

Rubén camina preguntando en las tienditas de la esquina, tocando casa por casa hasta conseguir alguna pista que dé con el paradero de los que dejaron su país y perdieron el contacto con los suyos. A veces es fortuito el reencuentro, a veces se topa con barreras como la violencia o el peligro que le impide conseguir su meta. 

 

Tras ocho años de labor en la búsqueda de personas desaparecidas, en verano del año pasado, Rubén perdió el rastro de su hermano Fredy Díaz Figueroa que tiene 40 años de edad y desapareció junto con los hermanos Eliu y René López Pablo en la Riviera Maya durante el segundo domingo de junio del 2020.

 

Fredy nació en Tabasco y migró a Playa del Carmen desde hace tres años, era obrero dedicado a su trabajo; sin embargo, la pandemia ahuyentó las inversiones en las zonas turísticas y las labores escasearon. Fue por eso que la pesca se convirtió en su principal sustento desde el inicio de la cuerentena. 

 

Iban los dos hermanos y Fredy para hacer la mudanza en un poblado de la Riviera Maya, pero no se sabe si llegaron o no, y las investigaciones en el lugar aún no se llevan a cabo.

 

Rubén y su madre Emilia acudieron este lunes primero de enero a la Fiscalía General de la Republica para dejar muestras de ADN y confrontarlas con los registros que ellos tienen. 

 

Queremos colaborar con las autoridades. De acuerdo con mi experiencia en la búsqueda de migrantes desaparecidos hoy día estoy buscando a mi hermano en medio de una situación de dolor personal”, Señaló Rubén.

 

Todas las familias que buscan a sus seres queridos corren el mismo peligro de desaparecer, sobre todo los que van al lugar de los hechos.

Por su carácter como defensor de DDHH la Comisión Nacional de Derechos Humanos solicitó en diciembre pasado al Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas que activaran los protocolos de seguridad para que Rubén no interrumpa sus búsquedas. Hasta ahora el activista no cuenta con medidas preventivas ni comunicación con esta dependencia. 

 

Las investigaciones de Figueroa no han parado para localizar a su hermano y a otros migrantes. A pesar de la falta de seguridad, sigue buscando e indagando los diferentes casos de desaparición sobre los caminos para la migración nacional e internacional. 

 

No dejo de acompañar a las familias que buscan a sus seres queridos porque todos tenemos la esperanza de encontrar a los nuestros, aunque sé la situación que impera en el país, sin embargo, tenemos derecho a la verdad y la justicia. Tenemos derecho a que pare esta pandemia de los desaparecidos, nadie tiene porque pasar esta situación”, concluyó Rubén Figueroa.

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