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Lucha contra la violencia política en razón género, una constante en México

Fotos alteradas, ataques en redes sociales y hasta expresiones sexistas son sólo algunos ejemplos de la violencia política que se cristaliza en el país.

La historia de las mujeres en la política mexicana es larga, pero su acceso a puestos de poder es reciente.

Hasta 2018, sólo nueve mujeres habían ocupado el cargo de gobernadora de un estado, pero esto cambió drásticamente.

En 2024, un hecho histórico marcó a México: la llegada de una mujer a la Presidencia de la República, resultado de luchas de quienes por décadas alzaron la voz en defensa de sus derechos.

Y aunque actualmente la ley reconoce los derechos de las mujeres a participar en espacios de toma de decisiones, la violencia política en razón género es una constante.

Fotos alteradas, ataques en redes sociales y hasta expresiones sexistas son sólo algunos ejemplos de la violencia política que se cristaliza en el país.

“Las mujeres en espacios de toma decisión y de poder, siempre tendemos a tener una mayor crítica por parte de hombres y mujeres, y también se tiende a decir y dudar de las capacidades de nosotras”, expresó Karina Vaquera Montoya, consejera electoral y escritora.

Por su parte, la senadora Andrea Chávez Treviño, destacó que “siempre hay quien dice, ‘ya le dieron la candidatura porque seguramente es novia de quién sabe quién, ya es pareja de quién sabe quién otro, ya se metió con quién sabe cuántos’. Siempre hay un tema velado o explícito en ocasiones en donde como mujer, le debes tu carrera, no tu talento, conocimiento, experiencia, años de trabajo, esfuerzo, sino a un hombre”.

INE: 493 registros de violencia política vs. mujeres

Hasta febrero de 2025, el Instituto Nacional Electoral (INE) registró 493 casos de violencia política contra mujeres en todo el país, de los cuales 448 personas fueron sancionadas, tanto con medidas de no repetición, indemnización o con disculpas públicas.

Las entidades donde se registraron más casos de este tipo de violencia fueron: Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas.

Pese a que desde 2020 se reconoce este tipo de violencia como un delito, todavía existen barreras que limitan el acceso a derechos políticos.

Caso Andrea Chávez

Un caso es el de la legisladora Andrea Chávez, quien en octubre de 2024 fue víctima de violencia política, por parte del caricaturista Antonio Garci Nieto. Él publicó en sus redes sociales una imagen falsa de Andrea -de índole sexual- alterada con el uso de inteligencia artificial (IA).

“Presento la denuncia ante la Fiscalía Especializada de la Ciudad de México en delitos contra la intimidad sexual, y al momento, el día de hoy, se han intentado llevar dos audiencias iniciales, y digo intentado porque a ninguna de estas se ha presentado a Antonio Garza Nieto”, explicó la senadora Chávez.

Y añadió: “mi tranquilidad es que ahora es él que está huyendo, y que el miedo cambió de bando”.

Ataques de Ricardo Salinas Pliego

Otro caso es el de Citlalli Hernández, quien desde que fungió como secretaria general de Morena ha sido víctima de ataques por parte del empresario Ricardo Salinas Pliego.

Desde 2021, el presidente de Grupo Salinas publicó cientos de mensajes cargados de odio, misoginia y sexismo contra ella.

Citlalli denunció a Salinas Pliego por violencia política de género y aunque el INE ordenó borrar dichas publicaciones, el empresario ignoró el requerimiento.

Mientras que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó el acuerdo, argumentando que los hechos no estaban relacionados con la afectación de los derechos político-electorales de la morenista.

Misoginia de Rafael Inclán

Otro ejemplo: cuando el comediante Rafael Inclán intentó enviar un mensaje ofensivo a la presidenta Claudia Sheinbaum, al comentar que una “ama de casa” dirigía el país, la mandataria reviró:

“Hace poco un comediante mexicano conocido, dijo que ahora había una Presidenta que era como una ama de casa; ¿Y saben qué le contesté? Que a mucha honra somos amas de casa, porque a las mujeres ya nunca más nos van a hacer menos”.

El problema también expone un sistema político que fue creado y diseñado por y para hombres.

Hasta 2023, sólo 27% de los puestos en mandos medios y superiores eran ocupados por mujeres.

“Cuando las mujeres comienzan acceder a la vida pública, y a tener mayor igualdad, viene una reacción en contra porque esto genera temor en los hombres”, indicó Fabiana Estrada Tena, magistrada del Poder Judicial.

Por ello, la exigencia de justicia se centra en acabar con la impunidad, un fantasma que asecha a las mujeres que participan en la esfera pública.

La lucha de las mujeres para apropiarse de esos espacios continúa.

“El que estén en las calles pidiendo el voto, el que estén en las asambleas compartiendo un mensaje, el que estén en las redes sociales publicando su forma de ver el mundo, transforma realidades. Porque no es igual que legisle un hombre en favor de derechos de las mujeres, a que legisle una mujer que ha sido víctima de este tipo de violencias”, manifestó Andrea Chávez.

Y es que, las mujeres no pedimos privilegios que no necesitamos, pero tampoco queremos desventajas que no merecemos…

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