Un grupo de luchadores se manifestaron frente a las oficinas del Gobierno capitalino para pedirle a las autoridades que reabran las arenas de lucha libre y se reinicien las funciones con público.
La tradición de ese espectáculo, según el Consejo Mundial de Lucha Libre, se formalizó en 1933 con la creación del mismo consejo, que habilitó funciones regulares en la Arena México. Eventos que estuvieron desde el inicio al alcance de todo público, lo que permitía siempre grandes aforos.
Este marzo los luchadores cumplen un año sin dar funciones en arenas profesionales, debido a la pandemia de COVID-19, que paralizó sus actividades, desde los entrenamientos hasta las peleas. Es un año sin los gritos de reproche de la señora que retruca al Juez de la función o sin los insultos contra los técnicos o los rudos.
Son ya 12 meses sin la Lucha Libre en México, lo que significa que durante ese tiempo los profesionales del deporte no han podido generar ingresos económicos y abandonaron el ring para dedicarse a otros oficios como la comida, la mecánica o la plomería.
La lucha libre también requiere trabajar, también somos padres de familia que tenemos que llevar el sustento a la casa. Nos preguntamos por qué otros deportes ya tienen gente y la lucha libre no, por eso pedimos el apoyo para nos permitan realizar nuestro trabajo”, luchador “Valiente”.
El luchador “Fantasma” entró con una comitiva para dialogar con Efraín Morales López, subsecretario de Gobierno de Ciudad de México y Alejandro Osorno. En la reunión acordaron apresurar los protocolos para la reapertura de las arenas de combate y la reactivación de las labores de todos los luchadores los más pronto posible; sin embargo, no les ofrecieron una fecha específica ni los lineamientos para agilizar estas acciones.
Los enmascarados se retiraron del edificio público esperando la pronta resolución a sus demandas como gremio que ha luchado contra los embates del virus que azotan contra los habitantes del planeta.