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Madres buscadoras se reúnen con estudiantes propalestina en la UNAM

Este encuentro, realizado en Las Islas junto a Rectoría, buscó fortalecer la solidaridad entre movimientos sociales.

La tarde de ayer viernes 17 de mayo, luego de que los rayos del sol decidieran dar tregua después de las 16:00 horas, madres y familiares que buscan a sus seres amados se reunieron con estudiantes del campamento en apoyo a Palestina.

Fue en Las Islas, junto a Rectoría en Ciudad Universitaria, donde se congregaron con el objetivo de tejer redes de apoyo entre los movimientos sociales.

Las familias expresaron su apoyo al pueblo palestino, pero también a los universitarios, quienes desde el pasado 30 de abril instalaron este campamento como parte de las acciones globales para repudiar el genocidio en Palestina.

Las madres y familiares que asistieron a este diálogo forman parte del colectivo Hasta Encontrarles CDMX.

Entre ellos estuvieron María del Carmen Volante, madre de Pamela Gallardo, desaparecida desde 2017, y su sobrina Ashanti Ríos; Araceli González, quien busca a su hijo Eduardo Ramírez González y a su hermano Marcos González García, desaparecido en 2020, también asistió a este encuentro y compartió su caso.

Asimismo, estuvieron presentes Carlos, Eduardo, Nathaly y Brenda Ramírez, quienes buscan a Ángel Gerardo Ramírez Chaufón, desaparecido desde 2019 junto a Leonel Báez Martínez y Jesús Armando Reyes Escobar, trabajadores del Sanborns. También asistió Lourdes Mejía, madre de Carlos Sinuhé Cuevas Mejía, activista de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM asesinado extrajudicialmente en 2011.

En este encuentro sobresalió el ánimo y, sobre todo, la lucha de las juventudes, como una especie de memoria que te devuelve el sentimiento profundo “de ser tan frágil como un segundo“, como refiere la compositora chilena Violeta Parra.

“La UNAM somos nosotros: la comunidad estudiantil, no el rector y no las autoridades”, dijo una estudiante cuando tomó el megáfono.

Las familias compartieron sus casos, pero también el difícil andar al hacer frente a la omisión de autoridades y a los olvidos de las fiscalías.

“Nos necesitamos para generar colectividad y nos queda la lucha”, sentenció Ashanti.

La universidad al pueblo… y a las buscadoras

Mientras ocurría el diálogo, los enormes murales de Rectoría fungían como testigos de un ejercicio que devuelve el espíritu humanista a la universidad: la Universidad al Pueblo, como uno de los murales de David Alfaro Siqueiros.

Tal como sentenciaron los y las estudiantes, el principio adquiere sentido cuando al pueblo se le devuelve aquello que se aprende en las aulas: empatía, solidaridad, conciencia social y un ejercicio constante de memoria.

Con el fenómeno de las desapariciones, ese principio profundo adquiere sentido cuando también las juventudes no ignoran lo que aqueja a sus entornos y lo llevan a las aulas y viceversa.

“El tejido estudiantil a veces es egoísta y atemporal, pero esto nos ayuda a luchar, porque la opción no es dejar de luchar”, expresó una estudiante de la FES Iztacala.

No todo quedó en una discusión; el cuerpo estudiantil recordó los casos de desaparición de estudiantes de la Máxima Casa de Estudios, como el de Mariela Vanessa Díaz Valverde, alumna de la Facultad de Filosofía y Letras, desaparecida desde 2018.

Recordaron que recientemente la UNAM ofreció una disculpa pública debido al mal manejo del caso, por no contar con protocolos en casos de desaparición de estudiantes y no ofrecer ayuda institucional a la familia Díaz Valverde.

Herminia Valverde, su madre, falleció el año pasado sin haber encontrado a su hija y sin haber escuchado que la institución reconoció su actuación omisa y negligente.

También nombraron a Rodrigo Arturo Andrade Castillo, estudiante de la misma facultad, visto por última vez el 17 de abril de 2024, en Vallejo, alcaldía Gustavo A. Madero.

“La facultad no se ha pronunciado y es indignante”, denunciaron.

Las buscadoras recordaron que en la reciente marcha del 10 de mayo, al menos 300 colectivos de familias de todo el país se sumaron al llamado para la unificación, por lo que también hicieron un llamado a las juventudes y estudiantes a sumarse a las búsquedas y a nombrar a quienes faltan, pero sobre todo a unir los movimientos para sumar fuerzas y reconstruir en colectividad el tejido social. Lo que une a estas luchas de tan diversas latitudes es una causa común: la vida.

“No hay que olvidar los genocidios, las desapariciones… La memoria histórica es el primer paso para la dignidad”, concluyeron para luego lanzar en conjunto las consignas a favor de Palestina y hasta encontrarles.

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