Nacional

Maguey, el árbol de las maravillas

En México aparecieron hace 10 millones de años. Los antiguos habitantes de este continente ya aprovechaban sus hojas, savia, piña, raíces y hasta las plagas de esta maravillosa planta, denominada agave o maguey.

 

En el mundo se tienen registros de 285 especies, 200 de ellas han pintado de verde, azul y hasta de púrpura el paisaje nacional.

 

A pesar del arraigo que tenemos los mexicanos con los magueyes, los hemos llevado al borde de la extinción. Un ejemplo muy claro es el maguey salmiana, del que se obtiene aguamiel, savia rica en nutrientes que se fermenta para producir pulque, bebida con grado de alcohol, que fue sagrada para los aztecas.

 

El aguamiel contiene propiedades increíbles; contiene minerales, vitaminas y ácidos, entre lo que yo recuerdo ahorita contiene muchas propiedades como son fósforo, calcio, hierro, boro, zinc, tiamina, inulina. Y además son azucares insaturadas. La composición química de los azucares de los agaves es de 80 por ciento de fructuosa e inulina, 10 por ciento de glucosa y sacarosa, por eso son azucares, le llaman reductoras, azucares que las personas con diabetes pueden consumir sin ningún problema, claro con moderación, pero sin ningún problema”, Rodolfo del Razo Curiel, productor de maguey y sus derivados.

 

Lamentablemente se han dejado de sembrar las distintas variedades de maguey pulquero. Pero no solo eso, las plantas se han acabado, ya que hay quienes, de forma clandestina, separan la cutícula de las pencas para utilizarla en la elaboración de mixiotes y barbacoa. Esto provoca que la planta quede desprotegida, se deshidrate y muera. Una verdadera tragedia para el agave y los productores.

 

El maguey también nos proporciona forraje, textiles y fibras. Es una planta que resiste sequías y produce más dióxido de carbono que un árbol.

 

Un maguey de seis años tiene la misma capacidad de un árbol de veinte años de enfriar la atmósfera para precipitar la lluvia, es una planta excelente en cuanto evitar la erosión”, agregó.

 

Estos agaves propios de los matorrales y pastizales de la meseta central del país son un refugio de vida.

 

Es el medio de hábitat y reproducción de muchísimas especies de fauna local, ardillas, tlacuaches, conejos, víboras, escorpiones, lagartijas, coyotes, aves, es increíble la cantidad de animalitos que se desarrollan en una magueyera”, puntualizó del Razo Curiel.

 

El futuro del agave es cada vez más incierto. En 1989 la organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura lo declaró en peligro de extinción.

 

A pesar de todo, aún no hemos comprendido el valor de esta planta, llamada por los españoles “El árbol de las maravillas”.

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