La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió que la reforma en empresas públicas del Estado devolverá a Petróleos de México (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a los mexicanos, convirtiéndolas en empresas al servicio de la Nación, y no de los intereses particulares.
Celebró que la publicación de esta reforma en el Diario Oficial de la Federación será el 18 de marzo, aniversario de la Expropiación Petrolera que impulsó el presidente Lázaro Cárdenas del Río en 1938.
“Aunque ellos (la oposición) dijeron que al convertirlas en empresas ‘productivas’ del Estado las hacían eficientes, lo que ocurría con CFE es que producía cada vez menos”, destacó la mandataria.
Durante la Mañanera del Pueblo, la titular del Ejecutivo recordó que la mayor parte de la electricidad en el país la generaban los privados, pero con la transformación de las empresas estatales emprendida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador se revirtió esta situación.
En el caso de Pemex, exhibió un comparativo del endeudamiento y productividad en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña: 63.4 millones de dólares de aumento en la deuda; con el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, dijo, se disminuyó su deuda en 32.9 mil millones de dólares.
“Además de que se duplicó la deuda en Pemex, cayó la producción de petróleo y cada vez se importaba más gasolina, si eso no es pérdida de soberanía energética, entonces, ¿qué es?”.
¿Qué plantea la reforma sobre empresas públicas del Estado?
Implica cambios en tres artículos de la Constitución: 25, 27 y 28, los cuales abrirán paso a la recuperación de CFE y Pemex, como empresas públicas del Estado.
Estas paraestatales serán modificadas para su principal función no sea el mercado, sino el servicio público.
Destacó que, el objetivo principal de estas reformas es hacer de Pemex y de CFE empresas aún más productivas y eficientes; esto, gracias a que se establece su preponderancia, particularmente en el caso de la distribución de energía eléctrica por parte de la CFE, que continuará con 54 por ciento de la generación eléctrica, mientras que empresas privadas aún podrán distribuir 46 por ciento de la electricidad que se utiliza a nivel nacional, mediante planeación y esquemas claros en los que se prioricen las necesidades del pueblo de México, así como la sustentabilidad.