Atrás dejó la etiqueta, el traje sastre y la camisa bien planchada… Marcelo Ebrard la sustituyó por una playera blanca.
“Yo ya no soy el secretario de Relaciones Exteriores, ya nada más soy Marcelo, que es la esencia”, expresó el ahora excanciller.
Dejó el cargo, tras una plática en Palacio Nacional con el Presidente López Obrador, con el que se identificó como su ‘carnal’.
“Le dije cuentas conmigo, aunque ande recorriendo el país, siempre seré tu carnal. Seguimos en la misma causa, de modo que no me despido, sólo le digo hasta pronto señor Presidente”, añadió Ebrard.
La playera del excanciller no sólo rememora aquella frase de “Sonríe vamos a ganar”, las porras de sus seguidores también llegan a la imitación:
“Es un honor estar con el mejor”, le gritaban.
Tras leer la carta que le entregó al Presidente, dijo que hoy arrancó en el Zócalo capitalino su lucha para ser el coordinador nacional de la defensa de la llamada Cuarta Transformación, con miras al 2024:
“A partir de hoy, su servidor, denme por inscrito. Nuestro destino es la victoria, los conformistas no están en nuestro equipo”.
Aseguró que él es la mejor opción por sus resultados que entregó en un informe, y presumió su cartas credenciales.
“Destacando la protección de los mexicanos en el exterior y la eficaz acción para proveer de vacunas. Fuimos el primer país que consiguió las vacunas contra Covid-19, en diciembre de 2020”, recordó el excanciller.
Arropado por una veintena de personas, despeinado por el ajetreo, Marcelo Ebrard arrancó su carrera con miras a regresar al Palacio Nacional, del que salió este lunes.
“Cumplimos señor presidente y cumplimos pueblo de México, sonrían y vamos a estar bien, muy bien”, puntualizó.