La tarde de este jueves, en Ciudad de México, diversas organizaciones, colectivos, estudiantes e integrantes del Congreso Nacional Indígena marcharon para exigir un cese a los ataques de comunidades zapatistas y repudiar el reciente asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, en San Cristóbal, Chiapas.
La marcha, que comenzó en el antimonumento de los 43+, ubicado sobre Paseo de la Reforma, se dirigió a la plancha del Zócalo. De acuerdo con los asistentes, la marcha fue parte de la jornada nacional e internacional para exigir un cese a los ataques que han sufrido los pueblos zapatistas.
Y es que recientemente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) emitió un pronunciamiento en el que denunció que la comunidad de Palestina intensificó ataques en contra de habitantes del poblado Zapatista “6 de octubre”. Los ataques son con armas de fuego, violaciones, quema de viviendas, así como robo de cosechas y ganado. En el comunicado señala que el objetivo es despojar a los habitantes de sus tierras.
Pero la comunidad de Palestina no está sola, sino bajo presión del crimen organizado, que presuntamente se ha aliado con distintos niveles de Gobierno para legalizar el despojo de tierras.
Durante la movilización, encabezada por los otomíes residentes de Ciudad de México, los asistentes rechazaron la militarización en el estado de Chiapas y exigieron justicia por el asesinato del sacerdote tsotsil, cuyo crimen fue perpetrado el pasado 20 de octubre, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas.
Al llegar a la plancha del Zócalo, las y los manifestantes realizaron un mitin frente a Palacio Nacional, en donde denunciaron que la colaboración entre criminales y autoridades gubernamentales no es nueva; desde el año 2021, el EZLN denunció los vínculos entre el Gobierno de Chiapas y el crimen organizado. En ese entonces sentenciaron que Chiapas estaba al borde una guerra civil.
Calificaron lo que ocurre en Chiapas como una “guerra ordenada por grupos paramilitares, crimen organizado y autoridades y por los dueños del poder”. Se trata, agregaron, “de una guerra estructuralmente diseñada con un destinatario: los pueblos que resisten a los megaproyectos”.
Desde el Zócalo, los y las manifestantes expresaron su apoyo, “no están solos y solas, exigimos la desaparición del crimen organizado”, dijo la vocera de los Otomíes.
Asimismo, llamaron a los asistentes a unirse a la conmemoración de la creación del EZLN, del 10 al 17 de noviembre.