Fue el 24 de diciembre de 2020 cuando una enfermera del Hospital Rubén Leñero de Ciudad de México recibió, lo que ella llama, su regalo navideño.
“La verdad lo consideré un privilegio, un gran regalo, pero también una responsabilidad de tener la vacuna”, María Irene Ramírez, primera mujer vacunada.
En entrevista con El Once, ahora reconoce que, aunque la vacunación avanza en el país, ya con terceras aplicaciones, debemos de seguir atentos.
“Sigue siendo un enemigo invisible, es cierto sabemos un poco más de él; sin embargo, no podemos bajar la guardia”, María Irene Ramírez, primera mujer vacunada,
La enfermera María pide mantener los protocolos sanitarios, ahora que se están retomando actividades.
“Ahorita ya están de nuevo todas las aglomeraciones, ahí hay que poner un poquito atención en ese sentido para que se sigan llevando a cabo los protocolos de protección”, María Irene Ramírez, primera mujer vacunada.
María Irene recuerda a todos los pacientes a los que atendió; cuenta que uno de ellos, pese a que fue intubado durante 23 días, logró salir y al ser dado de alta, celebró haber librado la enfermedad.
“Les dijo: estuve a sí de morirme, estuve a sí; o sea se lo decía con cierta tristeza, pero también con alegría, pero de verdad que el personal yo sé que hicieron todo lo necesario”, María Irene Ramírez, primera mujer vacunada.
La primera mujer vacunada en el país ahora ya se jubiló, más de cuatro décadas de servicio la respaldan, concluyó ayudando en la primera línea de batalla contra la pandemia, que todavía vivimos y por ello, hace recomendaciones a quienes llegan a enfermar de COVID-19.
“Acudir al médico en cuanto se presenten los primeros síntomas, no dejar de que: “es una gripa tres días y no acudir al médico”, hacerse las pruebas necesarias porque son horas valiosas para poder darle un seguimiento con un buen final; más si es diabético, hipertenso, si tiene una comorbilidad; no permitirse que tengan síntomas y no hacerle caso y sobre todo no automedicarse”, María Irene Ramírez, primera mujer vacunada.