
Hasta marzo de 2024, en México se registraban 3 mil 141 personas de la diversidad sexual privadas de la libertad.
“Te aseguro que es un número mucho más amplio y que la mayoría de las personas LGBTI no lo expresan abiertamente por miedo. Por miedo a la violencia, por miedo a la exclusión, por miedo a ser señalados, por miedo a ser clasificados en una sola zona, por miedo de perder el contacto con la familia”, declaró Ari Vera, presidenta de Almas Cautivas A.C.
Aunque muchos, muchas y muches sufren el abandono familiar, incluso desde antes de formar parte del sistema penitenciario, hay una mínima parte que recibe visitas; de acuerdo con Andrea Luna, presidenta del colectivo “Por la libertad de ser y decidir”, los hombres trans que están en las cárceles de mujeres, son los más olvidados, más que las mujeres lesbianas y que las mujeres trans.
Procesos justos con perspectiva LGBTIQA+ son un sueño, ya que el estigma y los prejuicios imperan.
“Muchas de ellas se quedan porque no tienen seguimiento a sus casos, están solas, no tienen un abogado, los abogados de oficio no se mueven con sus papeles, no les dan el tiempo necesario, no estudian para defenderlos o defenderlas en sus audiencias y como no hay nadie que vaya a ver”, comentó Andrea Luna.
Además, la activista considera que es muy complicado el acceso a la justicia para las mujeres trans, sobre todo, por los prejuicios que tienen las personas juzgadoras, que tienen las personas abogadas de oficio o particulares.
Quienes viven en el olvido, reciben por parte de organizaciones kits de higiene personal que incluyen papel de baño, jabón, pasta y cepillos dentales, comidas calientes y una serie de asesorías y talleres que, les ayudan a sobrellevar su estancia y ser conscientes de que hay una forma de cambiar sus vidas al salir de la prisión.
Actualmente, los sistemas de apoyos a la comunidad diversa se han establecido principalmente en Ciudad de México, sin embargo, la red comunitaria de colectivos trans ha comenzado a trabajar en 25 entidades de nuestro país.
“Le replicamos a nuestras promotoras de los otros estados, nuestros logros hacemos que ellas también lo logran para su comunidad, se replica todo, llevar los insumos pruebas, beneficios que tenemos como colectivo, de replicar todo eso nuestras compañeras se encargan”, comentó Brittany Dávila, promotora colectivo trans “Por la libertad de ser y decidir”.
Aunque aún falta mucho por hacer, las organizaciones aseguran que es un logro poder hablar de la comunidad diversa en las prisiones, la marcha que cada año realizan y el ingreso para la entrega de insumos.
El ideal es que se llegue a un pleno respeto a los derechos humanos de quienes pertenecen a la comunidad de la diversidad sexual.