Este domingo 18 de febrero se realizará en el Zócalo de la Ciudad de México una concentración, convocada por las mismas organizaciones que en noviembre pasado salieron a las calles a defender al Instituto Nacional Electoral (INE).
La llamada “marea rosa” alista ahora una protesta ante lo que aseguran, sin pruebas, será la injerencia del Gobierno Federal en las elecciones de junio, bajo el nombre de “Marcha por nuestra democracia”.
En el mitin, el único orador será Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del INE. Los organizadores aseveran que la marcha es cien por ciento ciudadana:
“La democracia y las libertades en México no fueron concesiones del poder, se conquistaron en las calles y en las calles las vamos a defender”, sostuvo Fernando Belaunzarán, del Frente Cívico Nacional.
Y refutan que el objetivo sea promover a alguna candidata o partido político, pero pidieron a los asistentes acudir vestidos de rosa y blanco.
Hay que mencionar que el distintivo de la campaña de Xóchitl Gálvez son los corazones rosas…
Además, en un simple recorrido en las redes sociales se puede comprobar que quienes están convocando a esta marcha, son más políticos que ciudadanos.
Bajo el hashtag #YoSiVoyaLaMarcha personajes como Claudio X. González comparten todo tipo de invitaciones. También está el candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Santiago Taboada, y la candidata a senadora Alessandra Rojo; ambos de la oposición.
De la misma forma cabe mencionar al exconsejero del INE, José Woldenberg; el priista Enrique de la Madrid, asesor de campaña de Xóchitl Gálvez; el expanista, y ahora senador del grupo plural, Gustavo Madero, y el senador Emilio Álvarez Icaza.
Por otra parte, esta semana se difundieron videos de las instalaciones del edificio del Poder Judicial en los que con planfetos en color rosa se invita a los empleados a asistir a la concentración.
Incluso, el propio ministro en retiro de la Corte, Arturo Zaldívar, compartió la imagen de los anuncios y en un tuit cuestionó: ¿En dónde quedó aquello de que la corte y el poder judicial no se meten en política?