Además de la corrupción, una gran cantidad de ejecuciones extrajudiciales, masacres acompañadas de impunidad, marcaron el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Sí tenemos evidencia de estas masacres, sí tenemos evidencia porque no es un caso, no son dos, no son tres, son muchos casos”, Rogelio Rodríguez, catedrático de UNAM.
Se ve que ellos no llevaban la intención de detenerlos, ellos ya llevaban una orden de matarlos a todos. Los mataron, ellos los mataron”, Alberto Reynoso, hermano e fallecido en Tanhuato.
Disfrazadas como redadas militares y policiacas en contra de miembros del crimen organizado, los casos Tlatlaya, Apatzingán y Tanhuato, son sólo tres botones de muestra.
El 30 de junio de 2014 elementos del 102 batallón de infantería intercambiaron disparos con hombres armados en una bodega ubicada en la comunidad de san pedro limón, en Tlatlaya, Estado de México.
El enfrentamiento duró 10 minutos, las personas al interior de la bodega se rindieron rápidamente.
Uno de los militares dio la orden de entrar y entonces dispararon contra las personas rendidas.
de ello dan cuenta testimonios recabados por el universal.
Cuando terminó todo, los militares dijeron que iban a entrar a revisar y que, si había alguien adentro, que iban a disparar contra los que estuvieran. Yo dije no, no disparen habemos personas amarradas”, sobreviviente de Tlatlaya.
No todos los que murieron ahí eran miembros de la delincuencia organizada.
Por eso yo lo que le digo cuando ellos estaban donde estaban, o si los encontraron existe una cárcel y los hubieran metido ahí, ahí iba a definir si era culpable o no”, María Elena Burgos, mamá de fallecido en Tlatlaya.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos la escena del crimen fue alterada “con la intención, muy probablemente, de simular que las muertes habían ocurrido en un contexto de enfrentamiento”.
Los elementos de prueba que ofreció a la Fiscalía y en concurso con organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sirvieron para que cuando menos se reconociera la participación del ejército, se reconociera que tendría que investigarse, aunque lamentablemente sólo se condenó a un militar por un año”, añadió Rogelio Rodríguez.
Seis meses después, la madrugada del seis de enero de 2015 en Apatzingán, Michoacán, policías federales abrieron fuego contra un centenar de miembros y simpatizantes de la Fuerza Rural que estaban en plantón en los portales del Palacio Municipal de esa localidad. los manifestantes no portaban armas largas, sólo seis de ellos traían pistolas registradas y las pusieron en el piso.
Una persona que estaba de rodillas se ve cómo le disparan en la cara y cae la persona, cae el compañero, le disparan a la persona, estando de rodillas, rendido, sin armas. ¿Lo ejecutaron? Lo ejecutaron. ¿Quién? Los policías federales”, sobreviviente de la ejecución Apatzingán.
Grabaciones de las comunicaciones entre las víctimas muestran el horror del momento.
No podemos salir. Se nos acaba de morir un compañero aquí en las manos. Se me acaba de morir. Ahorita nos acaban de pegar a otro. ¿Cómo le hacemos, nos vamos a quedar o qué? ¿Nos vamos a quedar, nos vamos a quedar a morir mientras llega el apoyo?”.
Al menos 16 personas murieron y muchas más resultaron heridas. sin embargo, Alfredo Castillo, entonces comisionado Federal de Seguridad en Michoacán, sostuvo que se trató de un fuego cruzado.
Las historias de horror siguen. La mañana del 22 de mayo 2015 presuntos miembros del cártel jalisco nueva generación estaban dormidos después de una fiesta en el rancho el sol, en Tanhuato, Michoacán. un convoy de policías federales entró y abrió fuego contra ellos.
Por qué no los detuvieron, los mataron a todos, se dieron la “chanza” de torturarlos”, añadió Alberto Reynoso.
La CNDH concluyó que fue una matanza y que hubo ejecuciones extrajudiciales y alteración de la escena del crimen.
Testimonios recabados por sin embargo lo corroboraron.
Él, su mano lo acababan de operar, del lado donde le pusieron el arma cómo es posible que él haya podido si estaba recién operado de su mano, en qué cabeza”, hermana de fallecido en Tanhuato.
Durante la administración peñista, las fuerzas armadas violaron sistemáticamente los derechos humanos, con el consentimiento de los mandos superiores.
Actuaron bajo una cosigna sistemática, entonces ahí claramente hay una responsabilidad del secretario de la Defensa, en su caso el secretario de la Marina, los titulares de la Policía Federal o Guardia Nacional, se transformó, y también del presidente de la república”, dijo Rogelio Rodríguez.
Por estos casos, considera el experto, sí podría entablarse un juicio contra Enrique Peña Nieto.
Desde mi punto de vista existe la posibilidad sí de vincular a una investigación. Si se encuentran delitos imprescriptibles”, puntualizó el catedrático de la UNAM.