
Hace 40 años, Jesús, Rebeca y Esteban volvieron a nacer de entre los escombros, tras el devastador terremoto del 19 de septiembre de 1985. Eran las 7:19 de la mañana, cuando un sismo trepidatorio de más de 8 grados sacudió a la Ciudad de México. Ese fue el comienzo del día más largo de sus vidas.
En el edificio Nuevo León, en Tlatelolco, Rebeca vio cómo los edificios se mecían como péndulos. Alcanzó a gritar el nombre de su esposo, Óscar, antes de que todo se viniera abajo.
“Cuándo estaba yo reaccionando abajo, yo sentía bueno, pero porque estoy mojada de la playera que traía estaba yo mojada y como pegajosa, lo qué pasa es que era la sangre del brazo de Óscar que se le había desprendido todo el antebrazo, entonces por eso estaba yo toda mojada de sangre”, explicó
Sepultados bajo 15 pisos de concreto, pasaron cinco días sin agua, sin alimento, con una sentencia de muerte casi segura.
“Bajó un rescatista suizo. el me jaló y me jaló y fue cuando ya veo yo a toda la gente ahí en el rescate y todos aplaudiendo veo a mi hermana Rita con el cubrebocas y con sus ojos como asombrada de qué estaba yo con vida porque ya teníamos por hecho que estábamos muertos”, narró
Esteban vivía en un edificio idéntico al que sigue en pie en la esquina de Xocongo y Agustín Delgado, en la colonia Tránsito del Centro Histórico. Hoy es un estacionamiento y cada vez que lo visita recuerda cómo aquella mañana, él con solo cinco años, su madre y seis hermanos sobrevivieron al derrumbe de ocho pisos.
#UnDíaComoHoy se cumplen 40 años del #Sismo85 🇲🇽◼️, un acontecimiento grabado por siempre en la memoria nacional por el dolor y la destrucción, pero también por la solidaridad y la unión de las mexicanas y los mexicanos. Si lo viviste, ¿recuerdas qué hacías cuando comenzó el… pic.twitter.com/4kIXIe2IHp
— UNAM (@UNAM_MX) September 19, 2025
Pero no todos tuvieron la misma suerte, en la colonia Roma, la Escuela de Computación “Datamex“, de diez pisos, colapsó junto al hogar de Jesús. Él logró salir, su padre, no. Motivado por el dolor, Jesús se unió a un grupo de 20 amigos de la colonia y se volvió rescatista espontáneo durante dos semanas.
El número real de muertos, heridos y daños materiales causados por el terremoto nunca se conoció con exactitud.
Mientras el gobierno de Miguel de la Madrid reportó que el número de víctimas mortales fue de 3 mil 192 personas, algunas organizaciones calcularon hasta 20 mil personas muertas. Se estima que aproximadamente 250 mil personas perdieron sus hogares y cerca de 900 mil tuvieron que abandonar sus viviendas.