Aída González Martínez, embajadora emérita, murió el sábado a los 84 años.
Considerada la funcionaria de la política diplomática mexicana en materia de derechos de las mujeres más destacada, atestiguó los más importantes acuerdos internacionales que firmó México para el avance de las mujeres.
Además, formó parte de la redacción de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
Prácticamente autodidacta, González Martínez tuvo una larga y sostenida carrera en la cancillería mexicana, desde que tenía 20 años, convirtiéndose en una negociadora capaz, que se interpuso de lleno a las delegaciones conservadoras, en numerosas reuniones internacionales.
Asimismo, nunca dejó de tratar los temas específicos de la mujer, se diría de género, así como del Convenio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1994.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lamentó su fallecimiento.
“Extendemos nuestras condolencias a sus familiares, amistades y colegas por la irreparable pérdida”, manifestó la cancillería en las redes sociales.
Carmen Moreno Toscano, también embajadora, dijo: “con profunda pena les comunico que falleció la embajadora Aída González Martínez, pionera en la defensa de los derechos de las mujeres”.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) también lamentó el fallecimiento de la embajadora.
Dijo que “enalteció por décadas el Servicio Exterior Mexicano con su trabajo a favor de los derechos de las mujeres”.
INMUJERES AMENTO SU DECESO
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), lamenta el fallecimiento de la embajadora eminente Aída González Martínez, quien con sus aportes enalteció por décadas el Servicio Exterior Mexicano con su trabajo a favor de los derechos de las mujeres.
Su carrera diplomática es modelo por su compromiso y responsabilidad en la representación de nuestro país en el mundo, así como referencia obligada en el ámbito internacional, especialmente en temas de protección a derechos, asuntos sociales, humanitarios, y en particular, los derechos humanos de las mujeres y de la niñez.
Como una forma para honrar su memoria y legado, el Inmujeres reconoce algunos aspectos de su vida y destacada trayectoria profesional:[i]
Aída González Martínez nació en el seno de una familia numerosa, que vivía en las afueras de la Ciudad de México.
Su padre, ganadero y empresario, murió cuando ella era pequeña. Para ayudar a sostener el hogar, Aída trabajó como secretaria en la cancillería mexicana, a la par de estudiar y obtener un título universitario.
En la Secretaría de Relaciones Exteriores, entre otros puestos, fue Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Mujer y Oficial Mayor y representante de México en diversos países.
Durante casi 50 años laboró en el sector público y representó a México en múltiples reuniones internacionales y ante distintos organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Obtuvo el nombramiento de embajadora eminente, y a lo largo de su trayectoria apoyó las acciones tendientes a procurar la igualdad de género dentro y fuera de la diplomacia.