Ante la falta de conciencia de la sociedad, las mujeres con discapacidad se ven minimizadas en los espacios que deberían ser también de respeto para ellas. Es el caso de quienes participaron en la marcha con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Perdimos nuestro contingente y vamos nosotras avanzando con nuestras sillas de ruedas, pero cuando intentamos abrirnos, resulta que las mujeres sin discapacidad, a nuestro alrededor comenzaron a gritar ¡abran paso a las sillas!” dijo Jenn Mulini, periodista, fotógrafa y activista “Mexicanas con discapacidad” y “Movimiento de personas con discapacidad”.
En este sentido, expresó: “nosotras antes éramos reducidas a un objeto, a partir de ese momento mi compañera Karen Rodríguez, una activista que iba junto a mí gritó desde lo más profundo de su ser ‘voltéame a ver voltéame, a ver que yo también soy mujer’. Yo me uní, junto con ella en el segundo grito porque no podía creer que estábamos en una marcha de mujeres”.
Dijo que no se les estaba viendo como parte de la colectiva de mujeres.
Las mujeres salen a las calles y gritan por las ya no están, también por las que no pueden porque están trabajando, maternando, enfermas, cuidando, en la escuela, recluidas, desaparecidas o atravesando una situación que ni nos imaginamos. Pero ¿Qué pasa con las que pueden, pero necesitan ciertas condiciones?.
Necesito ir con una acompañante y todo, muchas veces no hay posibilidades de hacerlo, ¿No? Y por ejemplo irme sola pues no me iría sola, por mi seguridad y no por el hecho de que las manifestantes sean agresivas, pero muchas veces porque hay mucha gente, llegan los granaderos y se arman las estampidas, y se torna peligroso para nosotras” dijo Annieli Rangel, psicóloga y activista por los derechos de las mujeres y las personas con discapacidad.
Con intérpretes de lengua de señas mexicana -acompañantas que describirán el panorama a las mujeres ciegas y otros ajustes- mexicanas con discapacidad y diversas colectivas se han unido para brindar un espacio seguro e incluyente.
Y como no todas pueden acudir, está la manifestación digital desde el hashtag #SoyMujerConDiscapacidad u #8M. Así, quienes tengan a su disposición el uso de redes sociales podrán hacer ruido desde estas y visibilizar las diversas violencias a las que se enfrentan en su día a día.
No hay que marchar por ellas, hay que avanzar con ellas, acompañarlas, escucharlas, porque la lucha no debe existir sin considerar a las mujeres con discapacidad.