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El nepotismo ha echado raíces en la escena política mexicana. Un caso ilustrativo es el que protagonizaron los hermanos Moreira, en Coahuila, para mantener el poder durante 12 años.
En 2005, Humberto Moreira asumió la gubernatura del estado, pero en 2011, a solo 11 meses de concluir el cargo, renunció para saltar a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Cedió su lugar a Jorge Torres, su exsecretario de Finanzas, y éste, a Rubén Moreira, quien gobernó la entidad hasta 2017.
En septiembre pasado, la senadora del PRI por Hidalgo, Carolina Viggiano, esposa del ahora legislador priista, Rubén Moreira, acusó a la familia Monreal de enraizar el nepotismo en Zacatecas.
“Aquí está Ricardo Monreal, Saúl Monreal, David Monreal, Rodolfo Monreal, Eulogio Monreal, Susana Monreal, Luis Enrique Monreal. Esto es nepotismo y nadie los escogió senador”, dijo Viggiano, en ese entonces.
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Ante esta acusación directa, el morenista Saúl Monreal invitó a la priista a investigar el significado de nepotismo, pues aseguró que se ha ganado todos los cargos públicos en los que se ha desempeñado.
Y es que, de acuerdo a la Ley General de Responsabilidades Administrativas, reformada en 2019, el servidor público comete nepotismo cuando “se vale de su cargo para designar directamente o intervenir en la contratación de personas con parentesco familiar hasta el cuarto grado o vínculo de matrimonio y concubinato”.
Otro caso de nepotismo es el registrado en Tulancingo, Hidalgo. Ciudadanos denunciaron ante el congreso estatal a la alcaldesa, Lorena García Cázares, por mantener en la nómina del ayuntamiento a más de una veintena de familiares y conocidos.
De acuerdo con la denuncia, el esposo de la presidenta municipal, su hermana, sobrinos y hasta la nuera, ocuparon puestos administrativos y directivos.
Redes de nepotismo
En Ciudad de México el nepotismo ha reinado en alcaldías como la Miguel Hidalgo, con el panista Mauricio Tabe, a quien se le señala de impulsar a su esposa Laura Alejandra Álvarez, primero como funcionaria de la demarcación y ahora como diputada local.
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El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), incluso, denunció en 2021 ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina, a alcaldes del Partido Acción Nacional (PAN) por conformar –dijeron- una vasta red de nepotismo.
“Mediante prácticas de nepotismo pretenden favorecer económicamente a un puñado de 25 familias con montos superiores a 45 millones de pesos”, señaló Martha Ávila, diputada de Morena.
Otro caso de nepotismo es el de los panistas, Enrique Vargas y su esposa, Romina Contreras, quienes mantienen el municipio mexiquense de Huixquilucan desde el 2016.
El primero en asumir las riendas del municipio fue Enrique Vargas, actual vicepresidente de la bancada del PAN en el Senado de la República y que heredo el cargo municipal a su esposa. Ambos han gozado del privilegio de la reelección.
Para poner punto final a estas prácticas, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, advirtió que a partir del próximo año no se podrán heredar cargos públicos.
“Lo que no es aceptable es que algún familiar te releve de manera inmediata”, destacó.