Además de juguetes, libros y dulces, niños y niñas desean el preciado regalo de la atención de los adultos. La mejor forma de festejarlos es escuchándolos. Eso quiere la pequeña Leah.
“Que me hicieran caso jijiji”, dijo Leah.
Los deseos de Johan y de Josué para este 30 de abril, no son materiales.
“Quiero ir a un parquecito bien lejos con unas lanchitas o ver películas que no hemos visto”, señaló Johan.
“Me gustaría pedirles que algún día me conozcan bien”, Comentó Josué.
Quieren aprovechar este día del niño para expresar sus inquietudes como Emiliano, preocupado por el medio ambiente.
“Debería de haber más parques, pero sin juegos, que haya más naturaleza y así, porque ahorita están talando árboles y no me quedo muy tranquilo”.
A Johan le preocupa que los niños no tengan para comer.
“Que coman una sopita de pollito, ¿alguna verdurita? sí, y zanahoria”, agregó Johan.
Que los adultos sepamos que en sus pequeños corazones también cabe el miedo y la tristeza.
“A mí me da miedo la oscuridad y las arañas, pero lo que más temo es que me vaya a pasar algo y que me separen de mis papás”, dijo Emiliano.
“Lo que me da miedo es cuando estoy solo, o cuando duermo cierran la puerta y está todo oscuro”, agregó Josué.
Afortunadamente los sinsabores son pasajeros, porque los dorados años de la infancia son pura felicidad.
“Me hace feliz los chocolates y las paletas”, señaló Leah.
“Me gustan mucho los columpios”, comentó Johan.
“Lo que más me hace feliz es estar con mis papás”, añadió Emiliano.
Gritar su futuro, que escuchemos sus sueños, como Gabriela que quiere ser soldado, para ayudar a los demás.
“Les ayudaría para que pasaran al avión de metal y que llegaran a un país que no esté en guerra”, dijo Gabriela.
“Me gustaría ser de grande un inventor y algún día llegar al espacio”, señaló Josué.
O bailarina como Leah o como Johan que quiere ser músico y cantante.