José Ramón López Beltrán, hijo del Presidente López Obrador, publicó una carta en la que deja en claro que sus actividades profesionales nada tienen que ver con el Gobierno de México.
Detalló en qué empresa de Estados Unidos trabaja, luego de que se le acusó de tener un supuesto vínculo con una firma estadounidense que obtuvo contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex).
En el 2018, informa textualmente, “tomé la decisión de seguir ejerciendo mi profesión de abogado, hasta que decidimos en familia mudarnos a Estados Unidos, en la actualidad y desde el año 2020 trabajo como asesor legal de desarrollo y construcción para Kei Partners, empresa privada en Houston, a través de la cual recibí mi visa de trabajo TN”.
Además, añadió que sus actividades son de tipo privado y negó tener injerencia en el Gobierno de México y la existencia de un conflicto de interés.
“Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston, escribió, no hubo, ni habrá conflicto de interés. les pido respeten mi vida privada y la de mi familia“, señaló.
Carolyn Adams
Carolyn Adams, esposa de José Ramón López Beltrán, rechazó también los ataques de que ha sido víctima.
También en una carta, aclaró que la casa por la que se le señala, la rentó mientras López Beltrán tramitaba su visa de trabajo.
La renta, dijo, se realizó mediante un agente inmobiliario, por lo cual, aseguró, nunca conoció al arrendatario.
“Todo el proceso se hizo bajo las leyes estadounidenses”, comentó.
Con ello, quedó desmentido que por su amistad con el dueño de la casa se le dieran contratos de Pemex a la empresa, Baker Hughes.
Incluso adjuntó un par de fotografías de las conversaciones que sostuvo con el agente que le ayudó a encontrar la casa que, después se supo, pertenecía a un exejecutivo de la petrolera norteamericana.
Informó que cuando concluyó la renta del inmueble adquirió una vivienda hipotecada, por lo que consideró que la presunta investigación de Mexicanos contra la Corrupción y Latinus difundió información falsa y sólo expuso la seguridad de ella y su familia, señaló, “a base de calumnias y difamación”.
Asimismo, se dijo dispuesta a presentar todas las pruebas ante las autoridades correspondientes.
“Que la verdad sea dicha, porque las suposiciones no son hechos y hay que saber diferenciar entre opinión e información”, expresa en su carta Carolyn Adams.