Está documentado por Forbidden Stories y Amnistía Internacional que más de 15 mil activistas y periodistas en México, han sido blanco de espionaje político durante las administraciones de Felipe Calderón y, principalmente, de Enrique Peña Nieto.
¿La herramienta? el software Pegasus, contratado por el gobierno federal desde 2011, según la investigación internacional dada a conocer.
Algunos de estos personajes, hablaron para Once Noticias.
En 2011 documentamos desapariciones forzadas, personal de la Marina y en ese momento las dos fuerzas se unen para comenzar un acto de hostigamiento que hasta la fecha continúa, una presión, las carpetas de investigación y el uso de algunos medios de comunicación y de algunos periodistas para criminalizarnos, para cuestionar nuestro trabajo”, Raymundo Ramos, comisionado Derechos Humanos, Nuevo Laredo.
¿Por qué espió Enrique Peña Nieto?, es un gobierno cobarde, es un gobierno débil, un gobierno sin autoridad política, sin la autoridad moral, un gobierno profundamente corrupto como el espionaje siempre lo hacen los gobiernos débiles, cobardes, sin base popular eso fue lo qué pasó”, Álvaro Delgado, periodista Revista Proceso.
Esta conexión o estas conexiones con movimientos sociales y con el gremio periodístico en sí mismo, ante riesgos, y dado el caso de Cecilio Pineda, me parecen particularmente espeluznantes, propios de un estado autoritario que no tuvo límites para perseguir a sus opositores y a quienes, en función de su trabajo, particularmente periodistas, le resultaban incómodos”, Arturo Rodríguez, periodista Revista Proceso.
El espionaje por parte del estado está permitido por las propias autoridades, única y exclusivamente para investigar delitos, sin embargo, quienes controlaron el programa de Pegasus, lo hicieron con fines políticos, personales y de represión.
Hay diferentes tipos de riesgo, el riesgo el atentado, el riesgo la desaparición forzada, el riesgo encaminarte en un delito, el riesgo a la detención ilegal, etc. todo conlleva riesgos, por eso cuando atendemos quejas, necesariamente tenemos que hablar con las víctimas o con sus familiares de un estado de alerta permanente para todos”, agregó Raymundo.
Sabemos y sentimos que tenemos un cierto tipo de vigilancia y de espionaje, ¿no? Es como algo asumido, más porque México es todavía… está entre los países más peligrosos para ejercer la profesión”, Marcela Turati, periodista.
En 2002 aproximadamente tuve la primera, el primer caso que fue un acto intimidatorio… Recibí una llamada a mi teléfono celular en la que se reprodujo una conversación íntegra que tuve con otra persona, fue una llamada desde un número pues desconocido, no identificable”, agregó Arturo Rodríguez.
Hoy la exigencia es que se garantice la no repetición de estas violaciones a la privacidad y la libertad de expresión.
Sin embargo, no hemos escuchado un mensaje contundente del presidente López Obrador, tratándose de las consecuencias que desde su gobierno pudieran tratar de impulsarse para hacer justicia, esclarecer estos hechos y, sobre todo, evitar que se repitan, garantizar que no se repitan”, añadió Rodríguez.
Cómo lo está usando la Fiscalía General de la República, eso es importante que también la propia Fiscalía lo informe o si la Secretaría de la Defensa Nacional lo tiene todavía, entonces por eso digo, yo no puedo decir de manera contundente que no hay instituciones del Estado mexicano que estén empleándolo”, puntualizó Delgado.